Domingo, 15 de enero, día peculiar para escribir en este blog que siempre se asocia a los viernes noche, si bien en esta ocasión tengo una coartada liberadora: acabo de defender mi Tesis Doctoral y de obtener el título académico de Doctor en Derecho, tras tres años de investigación doctoral y uno de complementos de formación en la Universidad Internacional de La Rioja (UNIR). La Tesis titulada “Deporte Femenino y Solución de conflictos a través del Arbitraje y otros ADR”, brillantemente dirigida por los Codirectores Dr. Tomás Javier Aliste Santos y Dr. Juan Ramón Liébana Ortiz, ya es una realidad, y ahora el reto pasa por una publicación de la misma en una editorial jurídica especializada y de proyección, pero esa será otra historia. Ahora toca disfrutar de la música de un genial guitarrista francés del ámbito del Heavy Metal cuya trayectoria, ya avanzo, nos va a entretener y sorprender. Hoy es el día de Patrick Rondat.

Nuestro protagonista nace el 12 de octubre de 1960, por lo que cuenta con 62 años en la actualidad. Pese a su adscripción al campo del Rock duro sus incursiones en otros estilos han sido habituales a lo largo de su carrera. Y así, el Heavy Metal instrumental ha estado asociado a diversas influencias como la música new age, al metal progresivo, a la música clásica y al jazz, colaborando en varios proyectos con Jean Michel Jarre, junto con el que lo hemos visto en algunos de sus conciertos desde los años noventa. Pero es que sus proyectos musicales lo han involucrado con bandas y artistas tan diversos como dominantes en sus géneros, tales como Elegy (banda holandesa de Power Metal), Consortium Project (banda también holandesa de Metal Progresivo), Red Circuit (banda alemana también de Metal Progresivo), G3 con Joe Satriani, Steve Vai, a quien dedicamos aquí una biografía personalizada el 9 de abril de 2022: Steve Vai, un genial intérprete con la guitarra eléctrica de triple mástil, o Vanden Plas (banda alemana de Rock y Metal Progresivo fundada a mediados de la década de 1980 y con base en Kaiserslautern. En 1991, su canción Keep on Running se convirtió en el himno del equipo de fútbol de su ciudad, el FC Kaiserslautern).

Patrick consigue darse a conocer al gran público tras participar en el recopilatorio Hard-Rock Rendez-Vous (Vogue, 1989), e incorporarse a una gira francesa del grupo neoyorkino de Rock psicodélico y Heavy Metal Blue Öyster Cult.

Tras esta rica experiencia con muchos y buenos grupos lanza en solitario el álbum Just For Fun (1989) que lo catapulta al liderazgo del Metal instrumental francés, y posteriormente, llegaría Rape of the Earth (Vogue / Music For Nations 1991). Sus primeros dos álbumes se distribuyeron internacionalmente, lo que le posibilitó participar en un programa en vivo para BBC Radio 1 en Londres. Su destreza técnica y evolución hacia la excelencia artística se percibe en unas composiciones cada vez más consistentes y logradas. En este segundo álbum, Patrick hace una versión de un maestro del jazz: Django Reinhardt, en concreto de su tema Nuages; maestro al que hemos dedicado aquí un espacio el 3 de enero de 2020: Django Reinhardt, un guitarrista superior del Jazz.

Después de su participación en Monsters of Rock France en el Hippodrome de Vincennes en septiembre de 1991 (con AC/DC y Metallica, entre otros), su encuentro con Jean-Michel Jarre en 1991 abrió nuevos horizontes en la música de Rondat, grabando el álbum Chronologie que lo llevó a participar en una impresionante serie de conciertos en todo el mundo, incluido uno en el estadio de Wembley en 1993. Este encuentro también dio lugar a la grabación de Amphibia (FDM 1996), producida por Jarre, trabajo en el que Rondat está acompañado por el baterista estadounidense Tommy Aldridge y por el bajista francés Patrice Guers. Este álbum continúa el cambio musical sugerido en Rape of the Earth donde las composiciones de influencias progresivas se afirman en una adaptación del hito de Vivaldi “Presto” (“Tributo a Vivaldi”). Y aquí quería llegar, ya que el motivo de la inclusión de Rondat en el blog en esta semana es precisamente por un enlace del vídeo de esta versión del clásico que me facilitó, cómo no, mi amigo del alma y melómano reputado, Rafa Alejandre Monllor. Y lo vamos a escuchar en unos instantes: https://youtu.be/Eh8FpHOqcho. Espectacular, ¿verdad? Llama la atención la limpieza de los fraseos más agudos con esos dedos tan grandes que tiene Patrick, y el cuidado del pulgar de su mano izquierda, sin apenas sobresalir del mástil para conseguir una mejor apertura de los dedos en los fraseos en las cuerdas superiores. Un guitarrista como éste, con los dos minutos abundantes que dura el vídeo ya lo seleccionamos de pleno derecho entre los más destacados.

En 1999, Rondat lanzó On the Edge (FDM), un álbum de transición que explora otros mundos musicales. Junto a Rondat, Tommy Aldridge y Patrice Guers, fueron invitados otros dos músicos de primera fila: el prestigioso solista de jazz y compositor francés Didier Lockwood y el pianista y compositor de jazz francés Michel Petrucciani. Y es que, como el mismo Patrick declara en sus entrevistas, pasó de ser un “soldado del Metal”, a cambiar por completo su enfoque para tocar la guitarra cuando escuchó por primera vez a Al DiMeola, confesando que luego, durante un tiempo, escuchó a muchas bandas de la escena del jazz y de la fusión de jazz/rock para luego regresar al Metal, mezclando ambos estilos.

Durante este período, Rondat inició una colaboración con el cantante inglés Ian Parry, participando en el Consortium Project. Grabó dos álbumes y realizó una gira por Europa junto con Patrice Guers (que se uniría unos años más tarde a Rhapsody, banda italiana de power metal sinfónico), Dirk Bruinenberg (baterista de Elegy), Stephan Lill y Gunter Verno (Vanden Plas). Después de esta experiencia positiva, Rondat se unió al grupo holandés Elegy para dos álbumes, seguidos de una gira por todo el mundo. 

En 2004 Patrick prepara su nuevo álbum en solitario, An Ephemeral World (2004 NTS), un álbum conceptual que evoca la naturaleza efímera de las cosas. Considerado por muchos como su álbum más exitoso, confirmó sus cualidades como compositor y destacado instrumentista, y del que nuestro músico de hoy se siente especialmente orgulloso. En esos años continuó con su feliz colaboración con Jarre con conciertos memorables como: Atenas (Acrópolis, 2001), Beijing (Ciudad Prohibida, 2004, DVD Universal), Mónaco (Salle des étoiles, 2005) y Gdansk (Concierto Space of Freedom, 2005).

Nuestro artista no dejó de reinventarse y buscar nuevos retos, algunos tan monumentales como el trabajo colaborativo con el pianista clásico Hervé N’Kaoua en 2008, que le exigió, viniendo del mundo del Rock, disciplina y humildad. El dúo, procedente de culturas aparentemente enfrentadas, ofreció una nueva perspectiva sobre las sonatas para piano y violín (Fauré / Beethoven), y también sobre piezas para orquesta (“Invierno”, de Las cuatro estaciones de Vivaldi). No obstante, como otras veces hemos destacado aquí, los buenos músicos se encuentran y empastan siempre con independencia de formaciones técnicas o estilos; el talento unido a la calidad interpretativa solventa las diferencias en la forma de enfrentar la preparación de un tema; el ritmo, la expresión y el dominio del instrumento asocian felizmente a cuantos exploran caminos comunes desde la determinación de querer sabiendo que se puede, y siempre con la humildad y apertura de miras del clásico y del moderno, del formado técnicamente y del autodidacta, del compositor y del intérprete. Resulta pertinente recordar las biografías personalizadas de otros músicos que también interpretan con guitarra eléctrica obras clásicas, como fue la de Laura Lāce, el 18 de julio de 2020: Laura Lāce, un Canon que mejora a Pachelbel, Tina Setkic el 9 de octubre de 2020: Tina Setkic, la revolución eléctrica de los clásicos, Yngwie Malmsteen el 18 de diciembre de 2021: Yngwie Johann Malmsteen, el Metal Neoclásico, o The Great Kat el 3 de diciembre de 2022: The Great Kat, el estilo “Shred Classical” 

La carrera discográfica de Patrick Rondat se completa hasta el momento con los siguientes trabajos: Forbidden Fruit (2000) y Principle of Pain (2002), ambos con el grupo Elegy, Patrick Rondat & Hervé N’Kaoua (2008), y Super Eurobeat 197 -King of Eurobeat (2009).

He disfrutado, admirado Patrick, de este paseo musical, y si antes hablamos de la humildad de aproximarse a otros estilos y músicos, no puede decirse que adolezcas de la misma, no sólo por la aguda heterogeneidad de tu arte (sé que escuchas todo tipo de música siempre que esté tocada con pasión), sino también porque desde hace más de veinte años te dedicas paralelamente a la docencia para transmitir y compartir tu rico y vivo legado musical. Y para ello, querido Patrick, es necesario, -y tú lo sabes perfectamente-, estar abierto al constante aprendizaje en cada uno de los talleres y clases impartidas en Francia y en el extranjero. Y ese legado se ha materializado en un DVD instructivo: Virtuosity and Velocity de 1997. Es cierto que quizá ese esfuerzo por la enseñanza ha podido limitar tu carrera interpretativa, pero, querido amigo, un legado docente de calidad con discípulos que replicarán con mayor o menor éxito tus enseñanzas es algo igualmente grande y original; en ocasiones de mayor proyección que un disco; seguramente porque esos discípulos promoverán a su vez otros y la esencia matriz de tu talento seguirá invadiendo las aulas, los teatros, los estudios y los conciertos. Y, al fin y al cabo, a tu generación ya la tienes atrapada: incluso actores tan relevantes como Harrison Ford o Hugh Grant te mencionan como uno de sus artistas favoritos. ¡Menos mal que en 1977 escuchaste un disco del guitarrista estadounidense Ronnie Montrose y seguidamente compraste una guitarra! ¡Quién sabe cómo habría sido tu vida sin la música! Just for fun salió en un momento en el que quizás tocabas por diversión, pero pronto hiciste de tu pasión una profesión en toda regla, tocando entre cuatro y ocho horas todos los días, desde hace más de 20 años.

El modelo personalizado de guitarra PRM1X de Ibanez es otra muestra de la influencia de tu arte, de la originalidad de tu interpretación, y del respeto y admiración de tu gremio. Pero a tu genio interpretativo hay que sumar tu talento compositivo, proyectado especialmente en la Suite de guitarra de nada menos que 28 minutos, compuesta de seis partes, incluida en tu trabajo Amphibia. Seguramente echarás de menos al pianista de Jazz Michel Petrucciani, que apenas dos meses después de trabajar contigo en On The Edge falleció repentinamente. Muchos proyectos quedaron por culminar entre vosotros, pero quizás en alguna “cuerda” de la inspiración pueda manifestarse lo mejor de su esencia compositiva que es seguro que sigue flotando en el viento, quizás no muy lejos de ahí. Y es que tú siempre has tratado de hacer álbumes que sonaran diferentes sin perder tu estilo individual; siempre tratando de equilibrar elementos como la técnica, la melodía y el ritmo, y esa inspiración hay que amarla para que se manifieste, cuidarla para que reaparezca, soñarla para vivirla.

¡Larga vida al Rock instrumental!