Tras visionar los partidos que cerraban la fase de grupos del Mundial de Qatar (uno tiene sus vicios, y el del Fútbol es confesable), llega el momento de dedicar un par de horas a otra guitarrista inspiradora y ejemplar como es Katherine Thomas, más conocida en el ámbito artístico como The Great Kat.

Nuestra protagonista, en esta fría noche de diciembre, nace el 6 de junio de 1966 en Swindon (Reino Unido), por lo que cuenta con 56 espléndidos y aprovechados años, si bien tiene nacionalidad estadounidense. La guitarra es uno de los instrumentos que toca pero además es violinista (por lo que combina cuerda frotada con cuerda pulsada), además de cantar.

La singularidad de Katherine proviene de su original manera de defender temas clásicos en un estilo moderno tan rompedor colmo el Thrash Metal, de ahí que su manejo con la guitarra sea en versión eléctrica aunque, como veremos, muchas de sus interpretaciones se ejecutan con violín. A veces, puede pensarse que alguien que se mueva en un estilo como el Trash Metal pueda ser autodidacta o no muy versado en los estudios musicales clásicos, estereotipo claramente erróneo, puesto que en este caso, como en muchos otros, nos encontramos con una artista de profundos conocimientos musicales académicos; de hecho, está graduada en la Escuela Julliard, The Julliard Schooll, Conservatorio de Artes de Nueva York, que instruye en música, danza y teatro, situada en el Lincoln Center, con 800 estudiantes de pregrado y de grado, reconocida como una de las instituciones de educación superior más prestigiosas, con la tasa de admisión más baja de los Estados Unidos y del mundo. En este exclusivo centro Katherine ganó una beca y se graduó como virtuosa del violín.

El Thrash metal es un subgénero más agresivo del Heavy Metal tradicional que se caracteriza específicamente por sus ritmos pesados, agresivos y contundentes. Sus canciones suelen utilizar percusión rápida y unos riffs de guitarra contundentes, a la par que rápidos y cortantes. Las letras de las canciones del Thrash metal a menudo se enfrentan con los problemas sociales, en muchas ocasiones con un lenguaje directo y de denuncia. Son comunes los tempos rápidos y el uso de pal mute (se ejecuta apoyando la mano que lleva la púa en el puente de la guitarra), produciéndose un sonido apagado de las cuerdas, solos bastante rápidos pero con muchas notas que escapan a la tonalidad, dándole un sonido característico, sonidos de bajo bastante pronunciados​ heredados de la Nueva ola del Heavy Metal Británico; como especialidad de la batería nos encontramos con la alternancia de pedal y bombo a velocidades por encima de los 180 bpm por minuto, valiéndose también del doble pedal o doble bombo (es un elemento de la batería que se compone básicamente de dos pedales unidos, produciendo un efecto como dos bombos), y voces potentes y agresivas.

Pero no vamos a demorarnos ni un segundo más sin escuchar a The Great Kat en una de sus particulares interpretaciones. Ahí va el vídeo de una ultra rápida, titulada Shredderrific, impresiona la velocidad y precisión de la guitarrista: https://youtu.be/a8w5sI1Drns. Alucinante, amig@s.

Vamos ahora a por “Las Cuatro Estaciones” del gran Vivaldi, en concreto, “El verano”, en versión Thrash Metal: https://youtu.be/PEmqVXY1hAQ. Y si observamos su expresividad, extrema y pasional, con esa sonrisa entre alocada y lujuriosa, adornada por un vestuario transgresor y un entorno religioso, resulta tan original como inquietante, pero musicalmente genial, vídeo en el que podemos verla como violinista y guitarrista. No sé qué pensaría Vivaldi de esta versión pero, 300 años después, todo va más rápido, y por supuesto la música (qué podría pensar también sobre los coches, trenes o aviones el bueno de Antonio).

Curiosamente, Katherine Thomas, en los inicios de su carrera musical, dio conciertos convencionales de música clásica, antes de sorprendernos a tod@s, -desde luego a mí positivamente-, con sus versiones a la guitarra eléctrica en pulso tan acelerado como preciso. En esos inicios artísticos realizó una gira por los Estados Unidos, Inglaterra y México, ganando el Concurso Internacional de Artistas en violín, y realizando un recital en el emblemático Carnegie Recital Hall de Nueva York. 

La guitarra ha sido secundaria al violín, y la técnica que Katherine maneja con la guitarra eléctrica proviene de aquél, tras años de tocar conciertos para violín de grandes músicos universales como Paganini, Mozart, Beethoven, Mendelssohn, Tchaikovsky, Sarasate, etc, The Great Kat usa la técnica “Paganini” tanto en la guitarra como en el violín, lo que requiere -en palabras de Katherine- “que tomes tus dedos y los hagas como garras“. El vibrato es extremadamente apretado y rápido, con el aditamento de que su técnica pura de violín clásico es siempre la fuerza dominante de su forma de tocar la guitarra; habiendo dedicado aquí un espacio a Paganini el 12 de julio de 2019: Niccolo Paganini, también guitarrista, a quien Katherine considera el primer Rock Star virtuoso de la historia de la música, apodado “El hijo del diablo” y “El mocoso de la bruja” por su demoníaco y sorprendente virtuosismo del violín (No me asustes querida Katherine, o… mejor… hazlo, sí).

La discografía de nuestra artista se integra por los siguientes trabajos: Satan Says (1986), Worship Me or Die! (1987), Beethoven on Speed (1990), los EPs: Digital Beethoven on Cyberspeed (1996), Guitar Goddess (1997), Bloody Vivaldi (1998), Rossini’s Rape (2000), Wagner’s War (2002), junto con el DVD Extreme Guitar Shred (2005) y Total Insanity (2008). 

Una incursión en su web oficial resulta más que recomendable: http://www.greatkat.com/.

La verdad, admirada Katherine, que me sorprende que una vez llegases a la conclusión de que la música clásica, a la que te dedicabas con sacrificio y talento, estaba muerta, porque poca gente la escuchaba. El Power Metal de Judas Priest te inspiró para darle una vuelta de 180 grados a todas esas composiciones clásicas y sobre todo para interpretarlas con guitarra eléctrica pero con técnica de violín, irrumpiendo con galones en un mundo masculino, derribando por méritos propios todos los muros de esa primaria estupidez que pone en tela de juicio las habilidades de las mujeres en cualquier ámbito, eso sí, sintiendo el apoyo interior del mismísimo Ludwig Van Beethoven -como recuerdas en algunas de tus entrevistas-. Ya sé que te gustaría retroceder en el tiempo y charlar con Niccoló Paganini y que tendrías arrestos para decirle: “¡Inclínate ante la Gran Diosa Kat del Violín y de la Guitarra!”. Puede parecer presuntuoso, sí, pero escuchándote querida amiga, no voy a decirte que no (en tal caso que lo haga Niccoló). Y es que la revista Guitar One te catalogó como una de las guitarristas más rápidas de todos los tiempos, comparándote con el gran Yngwie Malmsteen, a quien dedicamos aquí una biografía personalizada el 18 de diciembre de 2021: Yngwie Johann Malmsteen, el Metal Neoclásico, en gran medida por tu formación clásica y tus habilidades técnicas, una auténtica reencarnación de Beethoven (al final, va a ser verdad que “juega” en tu equipo). Yo tampoco quiero que desaparezca la música clásica, admirada Katherine, y si hay que darle un impulso, incluso un zarandeo, creo que tu receta es exitosa: “hazla rápida, corta, virtuosa y entretenida para la generación de youtube!”; claro que sí, enigmática y genial guitarrista, quién sabe si eres una superheroína oscura enviada por los fantasmas de los compositores del pasado para asegurarse de que nadie olvide quiénes son; pero, entre tanto lo aclaramos, yo voy a inocularme tu música, sin represiones, sin inhibiciones, admirando esa actitud férrea y un talento inigualable; y ya para cierre de cuadro, vamos a visionar y escuchar este vídeo, Beethoven’s Guitar Shred, con una selección de sus mejores interpretaciones clásicas a la guitarra eléctrica: https://youtu.be/b01Wdw_9zOM (el segundo corte y el cuarto no son aptos para personas medianamente sensibles pero no dejéis de verlo). Es un torrente de explosividad expresiva y un trueno de decibelios perfectamente ensamblados a una velocidad endiablada y precisa. ¡Bravo!