Noche de inicio de las Fiestas de San Mateo en Oviedo, de la vis atractiva del otoño y del regreso, claro está, a las actividades cotidianas tras unas apacibles vacaciones en agosto. Sí, es cierto, podía salir a tomarme un mojito al Rincón Cubano, pero no será antes de ponerle letra a la biografía musical de un hombre excepcional, más allá del talento que rodea a todos los músicos que integran este blog. Esta noche voy a disfrutar de Tony lommi, uno de los padres del Hard Rock y del Heavy Metal, de cuya influencia no podemos ni queremos sustraernos tod@s aquell@s que crecimos en los ochenta. Y un poco más joven que yo, pero preso del mismo veneno musical, mi amigo Rafa Alejandre me ha puesto en la pista de este influyente artista y, como en otras ocasiones, su fino gusto musical y curiosidad insaciable han acertado de pleno.

Anthony Frank lommi nace el 19 de febrero de 1948 en la localidad inglesa de Aston (Birmingham), contando, por tanto, con 74 años.

El hecho decisivo que marcó su trayectoria musical fue un desgraciado accidente con una prensa en una fábrica que destrozó las falanges distales de los dedos anular y medio de la mano derecha. Si eso me hubiese pasado a mí, que soy diestro, arruinaría la pulsación de la guitarra clásica que precisa de todos sus dedos salvo el meñique (y en ocasiones también para determinados acordes), pero pulsar con púa en la guitarra eléctrica sería perfectamente viable, incluso sin los dedos medio, anular y meñique. Sin embargo, amig@s, Tony era zurdo, con lo cual las posiciones de los acordes y escalas las proyectaba en el mástil con la mano derecha y pulsaba con la mano izquierda (en la que conservaba plena operatividad). Si estuviésemos hablando de un guitarrista novato o de alguien que aún no hubiese empezado a tocar la guitarra y quisiese aprender tras un accidente como éste, siendo zurdo, sería lógico tratar de tocar como un diestro: es decir, mano izquierda (completa) para fijar posiciones en el mástil) y mano derecha (incompleta) para pulsar. Pero lo cierto es que nuestro protagonista ya era un guitarrista dinámico cuando tuvo este desgraciado accidente y, pese al miedo a que se truncase definitivamente su carrera decidió continuar como instrumentista zurdo y experimentar con una prótesis en las falanges perdidas de su mano derecha a la par que desarrollar una afinación más práctica para moverse con dinamismo por el mástil y, lo que parecía “una montaña de las grandes”, resultó ser una innovadora transformación no sólo en la forma de tocar sino en el sonido desarrollado. Efectivamente la afinación en Do Sostenido, rebajando la tensión de las cuerdas para evitar la dureza que implicaba tocar con dolor, acabó por convertirse en la tonalidad característica del Heavy Metal.

Pero vayamos el principio. ¿Cómo comenzó Tony con la música y cuáles fueron sus primeras influencias?

Inicialmente se interesó por tocar la batería pero, al parecer, el ruido resultaba difícilmente controlable y se decantó por la guitarra (y es que los que la tocamos sin amplificador -de madrugada- sabemos que apenas se molesta a nadie al no tener caja de resonancia, máxime si la tocas con los dedos). Una de sus primeras influencias fue la del guitarrista Hank Marvin (The Shadows), músico al que dedicamos aquí un espacio el 25 de octubre de 2019: Hank B-Marvin & Fender Stratocaster; Eric Clapton, al que también hicimos una biografía en este blog el 11 de enero de 2019: Clapton… ¿alguien no lo conoce?, o Chuck Berry (con el que aún tengo una “conversación” pendiente).

El accidente de Tony acontece cuando tenía 17 años, en plena juventud y pese al tremendo impacto que, sin duda, tuvo que producirle en su fuero interno, más allá de la pérdida anatómica, fue decisivo que su capataz le hablase del guitarrista Django Reinhardt, músico que perdió la movilidad de sus dedos en un accidente (en concreto, el anular y meñique de la mano izquierda quedaron contraídos sobre la palma de la mano por acción del calor de un incendio sobre sus tendones) y, pese a ello, hizo de la desgracia virtud y determinación para convertirse en uno de los guitarristas referentes de la primera mitad del siglo XX, al que, dedicamos una cariñosa biografía el 3 de enero de 2020: Django Reinhardt, un guitarrista superior del Jazz, accidente éste que tiene alto paralelismo con el de Tony por cuanto Django era diestro y los dedos inutilizados afectaban a la fijación de notas en el mástil, como al bueno de Tony, al ser zurdo y sufrir los daños en la mano derecha.

Cuando hablamos de que lommi es un hombre excepcional no estamos puntuando al alza, y es que cualquier adolescente inquieto e inconstante habría dejado la música (al menos la guitarra), quizás habría probado un instrumento de percusión como la batería que le sedujo de niño; en definitiva, intentar seguir adelante de forma práctica y viable. Sin embargo, los grandes caminos de la vida siempre son empinados y repletos de dificultades, pero si se recorren con éxito, la fe en uno mismo resulta inquebrantable. La cuestión es: ¿serías capaz de hacer lo que proyectó Tony tras escuchar a Django antes de saber que quien tocaba lo hacía sin dos dedos de la mano que se mueve por el mástil?

Nuestro protagonista colocó dedales caseros en sus dedos afectados para extenderlos y protegerlos, lo que implicaba perder la sensibilidad en relación a las cuerdas con una acusada tendencia a presionarlas en exceso, descuadrando la técnica del bending que, como ya hemos tratado aquí, consiste en tocar una cuerda y, después de que suene el inicio de esa nota, estirar la cuerda hacia arriba o abajo y mantenerla para obtener una nota más aguda, técnica de la escuela de Blues y por añadidura la de todos los estilos que se derivan de él, como el Rock. El método científico básico de prueba-error le instó a practicar con cuerdas más finas, utilizando incluso las del Banjo (un instrumento musical de 4, 5, 6 ó 10 cuerdas, constituido por un aro o anillo de madera circular, cubierto por un parche de plástico o piel), antes de que se pusieran en circulación las cuerdas delgadas Picato, empresa de accesorios musicales que opera desde 1960 con diferentes cambios de propiedad. Sobre este particular, es muy habitual que, sobre todo, en guitarras acústicas (no así en las clásicas) existan diferentes grosores para el conjunto de las seis cuerdas (yo tiendo a escoger las más finas) y, a veces, resulta interesante experimentar con ellas, mezclando unas de gama gruesa y otras de gama más fina sin desvirtuar su notación base. Esta desventaja de la ausencia de falanges distales de los dedos medio y anular (dedos dos y tres) implicaba, como reconocía el bueno de Tony emplear, no ya el índice (dedo uno), sino también, en mayor medida, el meñique (dedo cuatro), muy utilizado en música clásica y que algunos grandes guitarristas como Knopfler apenas lo utilizan (a quien dedicamos una biografía personalizada, escrita en este caso por mi compañero de grupo José Ramón Paredes, el 6 de octubre de 2017: Mark Knopfler, un tipo genial (por José Ramón Paredes).

Y ya que hablamos del dedo meñique de la mano izquierda (desde la prestación de un guitarrista diestro), no podemos sino recordar a Manuel Paz, que en 2011 tuvo un desgraciado accidente cuando cepillaba madera, lo que le costó la amputación del dedo meñique de su mano izquierda, (dedo CLAVE en las posiciones y acordes de la música clásica); si hubiese sido el de la derecha, seguramente, salvo para alguna unidad armónica muy completa, no sería tan trascendente. Pues bien, Manuel sugirió a los médicos del Hospital Central de Asturias que le trasplantaran su dedo meñique de la mano derecha a la izquierda mutilada, lo que se desestimó, pero le dieron una alternativa novedosa: le colocaron un dedo del pie en el muñón del meñique de su mano izquierda; tras una larga rehabilitación y una fuerza de voluntad de un auténtico titán, Manuel Paz, en apenas seis meses, siguió tocando la guitarra clásica y ofreciendo conciertos (uno de los primeros para al equipo médico que posibilitó esta segunda oportunidad musical); historia inspiradora a la que nos referimos en este blog el 20 de junio de 2020: Manuel Paz, el esfuerzo y entusiasmo por volver a tocar la Guitarra.

Desde Reinhardt (Jazz), el propio Tony (Hard Rock), pasando por Manuel Paz (Clásica) el mundo de la guitarra debe congratularse de su poder de abducción cuando toda esa magia se pone al servicio del esfuerzo y sacrificio para seguir tocando y se llega a niveles de excelencia e influencia universal como ha sido el caso de Tony lommi.

¿Y cuál fue su trayectoria musical y su principal aportación al mundo del Hard Rock?

Tras tocar con algunas formaciones de Blues formó un grupo llamado Earth con tres de sus antiguos compañeros de Colegio. Hablamos del bajista Terry “Geezer” Butler (1949), el baterista Bill Ward (1948) y el cantante John Ozzy Osbourne (1948), con los que actuó en un recital universitario, que captó la atención de Ian Anderson, líder de la banda Jethro Tull (banda británica de Rock progresivo, subgénero del Rock que se caracteriza por técnicas de instrumentación y de composición más frecuentemente asociadas al Jazz o a la música clásica para intentar dotar al Rock del mismo nivel de sofisticación musical y respeto de la crítica), quien propuso a Tony incorporarse a la banda en sustitución del guitarrista anterior, pero tampoco empastó con la dinámica y estilo del grupo y pronto regresó a sus orígenes con la formación Earth.

Pero Earth fue sólo el prólogo de una estupenda carrera musical en el Hard Rock. Y así, por la casualidad de verse empujados de cambiar su nombre, al existir ya una banda en Inglaterra con la misma denominación, pasan a llamarse Black Sabbath, del título de la clásica película de terror italiana I tre volti della paura (1963). Y este giro nominativo del grupo iba a cuajar como una de las bandas más emblemáticas y reconocidas de esta dimensión artística y Tony lommi estará en todos los capítulos de esta maravillosa historia de Rock. Durante casi 40 años (1968-2006) el grupo será capaz de crear las bases para el Heavy Metal creando un sonido denso y ruidoso, ya presentado en su primer trabajo discográfico, Black Sabbath (1970), y en los sucesivos discos: Paranoid, Master of Reality, Black Sabbath Vol. 4 (1972), Sabath Bloody Sabbath (1973), Technical Ecstasy (1976), Never Say Die! (1978), Mob Rules (1981), Live Evil (1982), Born Again (1983), Black Sabbath featuring Tony Iommi (en realidad, se trataría más bien de un álbum en solitario de Tony, concebido con el nombre de Seventh Star, si bien la discográfica impulsó el lanzamiento grupal en 1986), The eternal Idol (1987), Headless Cross (1989), Tyr (1990), Dehumanizer (1992), Cross Purposes (1994), Forbidden (1995), Reunion (1998, álbum doble en directo) y 13 (2013).

Escuchemos y veamos al talentoso lommy en el tema Iron Man del álbum Paranoid: https://youtu.be/5s7_WbiR79E.

¿Cómo os queda el cuerpo amig@s? Precisión, destreza y originalidad. Atentos al minuto 3,30 del solo.

La discografía de lommi se completa con su carrera en solitario con los trabajos lommy (2000), The 1996 DEP Sessions (2004) y Fussed (2005), estos dos últimos en comandita con Glenn Hughes (1951), bajista y cantante de Deep Purple.

Durante el lustro de 2006-2010 parte de los fundadores y nuevos músicos de la banda original Black Sabbath giraron con el nombre de Heaven and Hell, generando varios álbumes con esta marca: Live from Radio City Music Hall (2007, álbum en vivo), The Devil You Know (2009) y Neon Nights: 30 Years of Heaven & Hell (2010, también en vivo).

A todos estos discos hay que sumar su aportación en el grupo WhoCares, con un álbum benéfico titulado Ian Gillan & Tony Iommi: WhoCares, así como las múltiples colaboraciones como artista invitado. En suma, la carrera de Tony lommi es tan intensa como prolífica, con casi todo su arsenal discográfico de la mano del grupo de su vida, Black Sabbath, único componente que no abandonó “el fuerte de la banda”, participando en todos sus álbumes, y todo ello tras superar el handicap de su accidente.

¿Te queda algún “8000” musical por escalar admirado Tony? Tu monumental obra discográfica habla por sí misma. Pero, te pregunto, cuando escuchaste por vez primera a Reinhardt -sin saber de su minusvalía- ¿cuántos dedos de su mano izquierda pensabas que utilizaba en sus recurrentes viajes de ida y vuelta por el mástil? Pues, si te escuchamos a ti, querido lommy, y nos olvidamos del impacto visual (discreto por otra parte, con unos dedales elegantes que no minimizan esos dedos largos de tus manos maestras), ¡quién podría decir que un día pudiste haberte despedido de la guitarra! Nadie te lo podría haber reprochado, pero Reinhardt te salvó a ti como tú has salvado a otr@s. Y es que el Hard Rock esconde a veces aspectos personales menos conocidos por alejados del estereotipo del hombre rockero, como el proyecto de Who Cares, en el que involucraste a Ian Gillan y Jon Lord para recaudar diinero para obras benéficas en Armenia, y tu vinculación con este hermoso país fue más allá con la composición del tema Lonely Planet para Gor Sujvan, quien representó a Armenia en el Festival de la Canción de Eurovisión 2013 (tema que, por supuesto, voy a escuchar ya mismo: https://youtu.be/UGOSZ7Uufno). Con razón, admirado Tony, recibiste un doctorado honorario de Artes de la Universidad de Coventry por tu contribución a la música popular. Has honrado a la Gibson SG -tu guitarra principal-, decorada con cruces en vez de puntos guía incrustadas en el mástil, sensatamente empastada con los amplificadores Marshall y Laney.

Me pregunto si tus prestaciones en artes marciales te permitieron tomarte revancha de aquel inconsciente niño que te persiguió hasta hacerte caer, provocándote una herida en el labio superior cuya cicatriz te acompaña desde la infancia que ocultas con un elegante bigote. Te podrán llamar “Caracortada” pero tu generosa vida afectiva te unió a principios de los ochenta con otra gran guitarrista, muy atractiva, como es Lita Ford (The Runaways), a quien dedicamos su espacio en este blog el 21 de mayo pasado: Un viernes con Lita Ford, una genial “fugitiva” lástima que tras desempeñar ocupaciones como plomero y elaborador de anillos desistieses de un trabajo mucho más acorde a tu sentir artístico como era ser empleado de una tienda de música, pero alguien te acusó injustamente de robar y “nos robaron” a un excelente vendedor, seguramente capaz de convencer de las prestaciones de cualquier guitarra si te ven tocarla. Eres uno de los guitarristas más importantes e influyentes en la historia del Rock, y gozas del reconocimiento de la crítica, de los propios compañeros (el mismísimo Brian May, a quien dedicamos una biografía aquí el 16 de noviembre de 2018: Brian May, el Show debe continuar, te invitó junto a otros artistas destacados de la historia del Rock a participar en el Concierto Tributo a Freddy Mercury de 1992, el recordado vocalista de Queen), y por supuesto de la devoción del gran público, ya multigeneracional. Y, ¿cómo no? Si eres el guitarrista número uno de los mejores guitarristas de Heavy Metal para la revista Guitar World (publicación que elabora artículos relacionados con el género de música Rock), con un puesto 10 entre los mejores guitarristas de todos los tiempos según la revista Time Rock.Y no, amigo lommi, no es por tus dedales de extensión digital sino por el talento desbordante y creatividad innovadora de tu música, como tus diez mejores solos que voy a acompañar con una cerveza Voll Damm a la salud del Hard Rock y de su más excelso representante, Tony Iommi: https://youtu.be/9y51qbVGFe8 ¡Larga vida al Rock!