Noche veraniega en pleno mayo y una semana productiva y nada estresante. ¿Alguien da más? Y qué mejor manera de coronarla que pasando un par de horas bien abundantes profundizando en la vida y obra de una guitarrista y cantante brutal. Hoy es la noche de Lita Ford.

Lita nace en una maravillosa y universal ciudad, Londres, el 19 de septiembre de 1958 y es una de las componentes de la emblemática banda juvenil The Runaways, integrada exclusivamente por mujeres. Siendo una niña se mudó a Estados Unidos con su familia y allí con sólo 16 años se convierte en la guitarrista principal del citado grupo, que ofrecería su repertorio entre 1975 y 1979, hace ya mucho tiempo, sí, pero pervive el buen aroma de las bandas legendarias y originales, siempre recordadas.

Al finalizar el cuatrienio musical con The Runaways, Lita comienza su carrera en solitario, apenas tiene 21 años, pero atesora mucha experiencia en los escenarios y notables ideas artísticas para desarrollar y compartir. No fue una reconversión sencilla. Su álbum debut, titulado Out For Blood se hizo esperar hasta 1983 y resultó un fracaso comercial lo que no siempre anticipa, ni mucho menos, una descalificación profesional. Lita, lejos de desanimarse, lanza un segundo álbum al año siguiente: Dancing´on the Edge (1984), que tuvo mayor interés entre el público y crítica, gracias en gran medida al sencillo Fire in my Heart, que no me resisto a escuchar, pero nunca solo, siempre con vosotr@s: https://youtu.be/Oy8a6idYrrs, sencillo que logró colarse entre los diez principales de muchos países (no así en Estados Unidos), y que, ya os digo, me encanta: música muy tonal, llena de sonidos agudos y que me lleva a los ochenta; me recuerda a bandas como Europe o Scorpions; de cuyos guitarristas, por cierto, nos hemos ocupado aquí en diferentes y mágicos momentos: Matthias Jabs, el 1 de junio de 2018: Matthias Jabs, el “escorpión” alemán; John Norum, el 29 de junio de 2018: John Norum, un vikingo a la guitarra: “It´s The Final Countdown” o Rudolf Schenker, el 1 de junio de 2019: Rudolf Schenker, otro escorpión para picarte.

No obstante, el siguiente sencillo de este segundo álbum, titulado Gotta Let Go, lograría, nada menos, que el primer puesto en la lista Mainstream Rock (se trata de una lista de música de la revista Billboard, que clasifica las canciones más reproducidas en las principales estaciones de radio de los Estados Unidos, una categoría que combina los formatos de rock moderno y tradicional). Y, claro está, que también la vamos a escuchar. Ahí va, con videoclip incluido: https://youtu.be/rIo2o5RCMMs. Este tema, que suena genial y cuenta con unas modulaciones pertinentes y nada traumáticas, coronadas por una voz limpia y fresca como es la de Ford, le valió para ser nominada al Grammy por mejor performance femenina de rock, junto con las cantantes y actrices estadounidenses Wendy O. Willliams (1949-1998) y Pia Zadora (1953).

1988 es el año artístico de Lita Ford. Su fructífera relación con la productora Sharon Osbourne (1952), le permite alcanzar su mayor éxito con el trabajo Lita y, muy especialmente, con la canción Close My Eyes Forever, que canta a dúo con Ozzy Osbourne (1948), marido de su citada mánager y, nada menos, que el cantante de la banda mítica Black Sabbath. Vamos a escucharla: https://youtu.be/GO3y4WNJE5I, dos maravillosas voces agudas escoltadas por la irremplazable soledad de una guitarra acústica tocada, cómo no, por Lita y, posteriormente, acompañada por un misterioso y envolvente violoncello; destacando igualmente en este álbum la canción Kiss Me Deadly. Este álbum, Lita, obtiene en ventas la calificación platino en USA y oro en Canadá.

El siguiente disco largo de Ford fue Stiletto. No tuvo el mismo reconocimiento. En la industria musical resulta muy difícil mantener el nivel de ventas y popularidad, con tamaña competencia de estrellas y nuevos valores, pero lo importante, como en tantas otras profesiones, es la autenticidad que sólo una trayectoria regular y sacrificada, que persiste en su idea artística y creativa, finalmente es reconocida, porque, al igual que un abogado intenta convencer a un Jurado o a un Juez, un-a artista trata de hacer lo propio con sus canciones, eso sí, con la magia de los sonidos que escoltan las palabras. Y en ese carrusel de emociones intensas estaba una canción especial: Lisa, dedicada a su madre, fallecida poco antes de su composición y que, me parece un tema precioso y eterno: https://youtu.be/rPX-JiTvDeY. El solo de guitarra acompañado por las imágenes de madre e hija, de gran calidad, por cierto, resultan geniales. Allá donde esté, es seguro que se siente orgullosa de esta estupenda canción que su hija le dedicó (casi un millón de reproducciones en youtube).

Mi madre, Beni, felizmente vivita y coleando, siempre me lanza el reto de componerle una canción y, aunque recurrentemente le digo que “más tarde, sin prisa”, seguramente pensando que de esa forma mi madre esperará miles de años a dejar este maravilloso mundo (pues no se puede ir sin su canción), si finalmente cristalizase, me gustaría que se pareciera a ésta. En cualquier caso, mi madre no puede quejarse del todo porque recientemente, en las Navidades pasadas, le dedique una versión instrumental, titulada “1992”, que realicé en tal año, que está basada en el universal Canon de Pachelbel, y que, comparto seguidamente con tod@s: https://www.youtube.com/watch?v=65kNsINwuaY.

Su siguiente trabajo discográfico fue Dangerous Curves, con el que consigue recuperar popularidad y éxito, pero, como toda escalera artística también recorre el camino inverso con el álbum Black, con el que, infelizmente, no pudo alcanzar ese nivel de aceptación y buena crítica. Quién sabe si Lita compartirá o no las opiniones sobre sus canciones que el gran público expresa con la compra de sus discos. Seguramente, como pasa con muchos artistas, no necesariamente las canciones más exitosas sean las más especiales y emocionantes para ella, ni, seguramente, realizando una crítica musical objetiva y profesional, se tengan que corresponder con las canciones mejor construidas y originales.

Lita Ford se aparta del panorama musical público tras aquellos intensos años ochenta y noventa, pero, claro está, el escorpión musical la había picado para siempre, y así, a mediados de junio de 2008, Ford y su banda en solitario realizaron varios conciertos de calentamiento antes del festival Rocklahoma bajo el nombre de Kiss Me Deadly (como el sencillo del álbum Lita). Es un festival anual de música rock de tres días de duración realizado en Pryor, Oklahoma. Y, poco después, en 2009, anuncia su retorno con un nuevo álbum de estudio llamado Wicked Wonderland, al que siguió en 2012 Living Like a Runaway y, ya finalmente, el que hasta el momento ha sido su último álbum de estudio: Time Capsule (2016).

Y, ya que hablamos al principio del grupo adolescente The Runaways, hay que recordar que hace unas semanas, el 12 de febrero de 2022, tratamos aquí la biografía de otra de sus ilustres componentes, Joan Jett: Joan Jett, I Love Rock´N Roll, banda ​cuya historia fue llevada al cine en 2010, con el mismo título, The Runaways, siendo el personaje de Lita interpretado por la actriz Scout Taylor-Compton, joven actriz -y también cantante-, californiana, que tiene su parecido físico con Ford, quien, por cierto, apareció en la gran pantalla en el film Highway to Hell de 1992, representando a “The Hitchhiker”, donde, -y teniendo en cuenta que “estamos fuera del horario infantil”-, es preguntada por otro personaje llamado Charlie sobre cuál es el camino más rápido al infierno, y nuestra artista reconvertida en actriz contesta: Sex, drugs, rock’n roll!.

Me lo he pasado muy bien escuchando tu música, admirada Lita, o Carmelita si me permites llamarte así -pues ése es tu nombre completo y es bien bonito-. Tengo la sensación de que tu talento creativo no se ha proyectado sólo en la música y que esos largos períodos de inactividad musical han sido compensados por otras actividades artísticas, como también la tengo de que sólo es cuestión de tiempo que, de nuevo, te embarques en un nuevo álbum y, quién sabe, si un recopilatorio con tus mejores sencillos (y los tienes buenos, sí señora). También me pregunto si te sientes más inglesa que estadounidense o viceversa, si alguna vez has discutido a lo bestia con Joan Jett o con otra componente de The Runaways, si te ha gustado la interpretación de la actriz Scout Taylor-Compton en la película sobre vuestra banda, si alguna vez te planteaste vivir en España o qué tipo de música escuchas. Pero, querida Lita, lo que no me planteo ni por un segundo es tu amor por la música, cantas con el alma encendida y tus solos, seguros y profundos, hacen vibrar, motivan para tocar con más fuerza y mejor desempeño, porque tú tocas de forma legendaria, y tu voz, siempre pulcra y afinadísima, embellece tus canciones. Seguro que te hizo ilusión que precisamente tu voz y tu imagen formen parte del videojuego de acción y estrategia Brütal Legend (2009) y, por supuesto, que te reconozcas y te reconozcan en tu preciosa sonrisa marca de la casa (pues es la viva imagen de tu añorada madre Lisa, de ascendencia italiana, ¡Qué bien mezcla un inglés con una italiana! ¿Verdad?).

Admirada Lita, eres una leyenda brutal del Rock and Roll, y vuestra banda, The Runaways, rompió con todos los estereotipos que rodeaban a la industria musical de los setenta y de décadas posteriores, con las cinco atrevidas artistas, insultantemente jóvenes, que compartían escenario. No se me ocurre mejor cierre de tu biografía que escuchar uno de vuestros temas más exitosos, Cherry Bomb: https://youtu.be/_EBvXpjudf8.

Nada de cerrar aún. Me he quedado con ganas de más, otra cerveza y otro tema de The Runawys: School Days: https://youtu.be/HYxUAeEs8mE.

¡Más de cuarenta años y cada nota de vuestras canciones cobra sentido y empasta de cine con el colorido de vuestra indumentaria, instrumentos y luces, pero, sobre todo, con vuestra adolescente y descarada puesta en escena! ¡Qué bien me lo habría pasado en uno de vuestros conciertos! ¿Y si volvéis…?