Cuando echo la vista atrás, pensando en el guitarrista que más me ha influenciado como músico y como melómano, tengo claro que esa persona es Mark Knopfler (Glasgow, 12-8-1949).

Mi primer contacto con su música, recuerdo que fue en los primeros años ochenta cuando televisaron parte de uno de los conciertos de su banda (Dire Straits), por la segunda de las dos cadenas de televisión que existían en aquella época. De las cinco o seis canciones que sonaron, llamó mi atención una de ellas , “Sultans of Swing”, que desde ese momento sería un himno que pasaría a formar parte de mi día a día.

Por esa época la banda en España no cosechaba un gran éxito comercial, a pesar de haber actuado en Madrid en la gira del disco “Alchemy” en 1983. Sería dos años después, a finales de 1985 con el lanzamiento del disco “Brothers in Arms” cuando se convirtieron en una banda de multitudes en España y el resto del mundo. Recuerdo en el año 1986, estando por entonces en 2º de BUP, sonar machaconamente en todas las emisoras de radio “walk of life”, “money for nothing” o “so far away”. Ha crecido mi interés en este álbum con el paso del tiempo y me resulta más “fácil” de escuchar en la actualidad que en su momento. En ese 1986 televisaron un concierto fantástico que la banda dio en el viejo estadio de Wembley en Londres, con motivo del comienzo de la consiguiente gira mundial.

Habría que esperar hasta 1991 para poder escuchar material nuevo de la banda. Sería el lanzamiento de su último álbum de estudio “On every Street”. Para mí, es su trabajo más flojo, pero me sirvió de excusa para poder ver en directo tocar a Knopfler. Fue en 1991 en el estadio de Anoeta en San Sebastian. Magnífico directo que superó en calidad, al de los 42.000 expectadores que nos reunimos al año siguiente en Gijón para volver a verle actuar. Sería uno de los últimos directos de la banda. Desde entonces no he perdido ocasión de verle en directo cuando he podido.

Ya con su carrera en solitario, se puede apreciar la sensibilidad de este artista en sus grabaciones para B.S.O. de películas. Me vienen ahora a la memoria temas como “wild theme” 1983, “The long road” 1984, “Two brothers and stranger” 1986, “Once upon a time…storybook love” 1987, donde desde la primera nota se aprecia su particular forma de interpretar y componer. Habría que destacar también colaboraciones con otros artistas en los que ha dejado un sonido inconfundible como con Bob Dylan en “Solow train comin” 1979 o “Jokerman” 1984. Con Phil Lynott “Solo en sojo” 1984. Con John Illsley “Never told a soul” 1984, “Glass” 1988 o “Heaven” 2012. Con Jeff Healey “Hell to pay” 1990. La lista es interminable e incluye a genios de la talla de Eric Clapton, Van Morrison, The Chieftains, Tina Turner, Brendan Croker, Chet Atkins, Emmylou Harris, Robert Cray,…

En la actualidad está envuelto en la grabación del que será su próximo disco de estudio y que saldrá a la venta en la primavera de 2018. A estas alturas de su carrera, tal vez no despierte en mí las mismas emociones que hace 30 años, pero estoy seguro que cuando se acerque por España en su próxima gira, merecerá la pena hacerse con una entrada y tratar de recordar esos momentos que forman parte de nuestra historia…

José Ramón Paredes Álvarez