En esta noche de noviembre, fría y otoñal, tras un espectacular e impropio mes de octubre, voy a tener el placer de presentar la trayectoria artística de un guitarrista de Corea el Sur que resulta, ya veréis, un genial descubrimiento, aunque seguramente algun@ de vosotr@s ya lo conoceréis. Hoy es el turno de Sungha Jung.

Tras la inmersión de hace un par de semanas en la generación Z, la de aquellos músicos nacidos a finales de los noventa y principios de este siglo, con la biografía de la guitarrista británica Sophie Burrell: Sophie Burrell, una guitarrista innovadora de la generación Z, de nuevo seguimos en la misma secuencia generacional, ya que nuestro protagonista de hoy, Sungha Jung, nace en Cheongju (Corea del Sur) el 2 de septiembre de 1996, contando con 26 años recién cumplidos, otro genial exponente de esta generación.

Jung empezó a tocar la guitarra influenciado por un padre guitarrista (Woochang Jung). No obstante, sus inicios musicales se proyectaron en un instrumento diferente, pero muy completo, como es el piano, cuya profundidad armónica y melódica resulta insuperable por el número de voces que se pueden combinar con diez dedos que trabajan a la vez. El piano tiene también la gran ventaja para un principiante de disponer de un sonido limpio por mera pulsación de las teclas, a diferencia de los instrumentos de cuerda frotada e incluso pulsada o, ya no digamos, de los de viento, que precisan de mucha técnica y práctica para obtener un sonido claro. Sin embargo el chico se aburría con las teclas; en la guitarra encontró un instrumento que le daba una mayor libertad para desarrollar su potencial y talento, especialmente en la tesitura de realizar versiones de cuantas canciones escuchaba, algo que verdaderamente la guitarra regala a sus intérpretes, ya que el conocimiento básico de sus acordes principales en unión de las escalas más conocidas (diatónicas y pentatónicas) resulta relativamente sencillo como vía para esbozar tantas canciones populares y diferentes estilos. Pero, como ocurre con todos los instrumentos y también con los diversos campos de conocimiento, esas reglas básicas e imprescindibles son únicamente un camino principal lleno de desvíos y pendientes muy difíciles de explorar que pueden llevar al intérprete a la excelencia tras muchas horas de estudio bien enfocadas y con el punto diferencial del talento y creatividad que cada uno pueda tener, y el de Sungha es superlativo. Ahí va la muestra de un vídeo, cuando apenas era un preadolescente, en el que interpreta con guitarra acústica esta emotiva composición, River Flow in you. Creo que os va a gustar tanto como a mí: https://youtu.be/P_xFh7XFC_w. Esta música resulta conmovedora e introspectiva.

Su primera referencia, además de la de su propio padre, fue la del guitarrista acústico japonés Kotaro Oshio (1968), del que absorbió las características de su estilo punteado. Sus principales maestros fueron el guitarrista de Jazz japonés Hata Shuji, en el ámbito técnico-interpretativo, y el guitarrista alemán Ulli Bögershausen del palo clásico en el campo armónico-compositivo; excepcionales profesores, sí, para el infante Sungha, pero también un alumno de talento diferencial el que se puso en sus manos como una piedra preciosa para tallar. Y el resultado de este proyecto musical bien acompañado por sus maestros no podía ser otro que el éxito ya que Jung aunaba una competencia técnica a nivel instrumental, favorecido por una cultura del esfuerzo, que es innegociable en Oriente, junto con un privilegiado cerebro lleno de conexiones creativas.

Como otros guitarristas de su generación, utiliza las plataformas y redes sociales para exponer la calidad de su trabajo, inicialmente con un grupo modesto de seguidores para acabar alcanzando una proyección universal. Me ha llamado la atención la versión que subió a YouTube de la banda sonora de la película de “Los Piratas del Caribe”, superando en 2008 las 64 millones de visitas y, por ello, no vamos a privarnos un viernes noche de escucharla en este foro. Sungha contaba con apenas 12 años: https://www.youtube.com/watch?v=Qdzq3Puzp0M.

Cuando se cuenta con más de 7 millones de subscriptores en YouTube, como es el caso de Sungha Jung, resulta inevitable que las leyendas vivas de la guitarra o del arte reparen en él con inicial curiosidad y rápida admiración (Thomas Leeb desde Austria, Martin Taylor desde Inglaterra, o Yoko Ono, viuda del difunto John Lennon, desde Nueva York), de un niño, ya adulto, que maneja con habilidad otros instrumentos de cuerda pulsada como el ukelele (instrumento de cuerda pulsada típico de las islas Hawái, Tahití y la isla de Pascua, que originalmente tenía cinco cuerdas y que es una adaptación del cavaquinho portugués, llevado a estas islas por estos inmigrantes ibéricos a finales del siglo XIX), además de toda la familia de guitarras modernas (eléctrica, acústica convencional y acústica de doce cuerdas: que se distribuyen en pares, con las últimas cuatro cuerdas en octavas y las dos primeras en tono unísono, lo cual ayuda a generar un sonido más rico y resonante que el de una guitarra normal de seis cuerdas, un efecto chorus natural, a causa de las sutiles diferencias entre las frecuencias producidas por cada una de las dos cuerdas de cada par), o de cuerda percutida como el piano, además de participar como vocalista.

Efectivamente, pese a darse a conocer fundamentalmente por las versiones que incorporaba a la plataforma de YouTube, desde muy joven se dedicó a componer y así, ya en 2010, publica su primer álbum Perfect Blue, al que seguiría Irony (2011), Duets (2012) y Paint it Acoustic (2013); todos estos grabados -a excepción de Duets– en Alemania, en los estudios de su antiguo profesor Ulli Bögershausen. Su discografía se completa con los siguientes trabajos: Monólogue (2014), Two of me (2015), L’Atelier (2016), Mixtape (2017), y Andante (2018).

Las guitarras que utiliza Sungha Jung son de la familia de Lakewood Guitars, su patrocinador desde 2009, marca alemana de fabricación de guitarras en Rödgen cerca de Gießen (Hesse central). Desde sus inicios, la empresa se ha especializado principalmente en la construcción de guitarras western de alta calidad. Los instrumentos están completamente hechos a mano en Alemania, lo que encarece en buena medida su segmento de precios (con una horquilla de 1.400 € a 9.500 €).

Como veréis en sus vídeos, la técnica de guitarra más característica de Jung es la llamada Fingerpicking o Fingerstyle, es una técnica desarrollada por los músicos de blues y folk del llamado Viejo Sur de los Estados Unidos, concretamente de las comarcas montañosas de Carolina del Norte, Carolina del Sur y Virginia Occidental, a partir de la década de 1920. Se trata de una técnica para tocar en solitario, tocando a la vez ritmo y melodía, de la misma forma que se solía hacer con el piano; el guitarrista no rasguea los acordes sino que los descompone, con movimientos simultáneos de su pulgar de la mano diestra (que toca las cuerdas graves de forma alterna) y de sus dedos índice, medio y anular (que tocan al mismo tiempo las notas en las cuerdas agudas del instrumento), técnica que resulta bastante parecida a la empleada en la guitarra clásica desde el Renacimiento, y que ha llegado hasta los tiempos de la guitarra eléctrica con el genio interpretativo de Mark Knopfler, a quien mi compañero de grupo, José Ramón Paredes, dedicó un espacio en este blog el 6 de octubre de 2017: Mark Knopfler, un tipo genial (por José Ramón Paredes), cuya forma de tocar con los dedos las cuerdas de acero de sus guitarras resulta original y produce un sonido percutido desde el alma, sin intermediarios de plástico como son las púas. Resulta llamativa esta transferencia de conocimientos entre América y Asia tan efectiva y exitosa, si bien, en esta tesitura, su estilo debe mucho al japonés Kotaro Oshio, cuya canción Crepúsculo fue la primera interpretación de Sungha. Curiosamente, en su página web: http://www.sunghajung.com/, dentro de su biografía, dice expresamente: “My dream is to become a professional acoustic fingerstyle guitarist” (Mi sueño es convertirme en un guitarrista acústico profesional de fingerstyle), y a fe mía que lo ha conseguido sobradamente; web oficial, por cierto, muy recomendable para conocer su trayectoria artística y visionar buena parte de los vídeos y enlaces alojados como, por ejemplo, esta hermosa y reciente composición, Dreaming, de un músico ya maduro y experto, pese a ser un veinteañero: https://youtu.be/o143EWWVhK4.

Tu indisimulada timidez, admirado Sungha, no te ha impedido mostrar una aparente fragilidad que confronta con la fuerza y seguridad de tus dedos al tocar y una mano derecha firme y segura en la pulsación de las cuerdas, y eso que cuando empezaste bien que sufrías con el tamaño de la guitarra y el acero de las cuerdas metálicas que invadía tus yemas. Para lo primero qué bien te vino la Selma Guitar a medida por gentileza de este patrocinador de guitarras (y es que, como ya hemos hablado aquí, se echan de menos tamaños de guitarras adaptados para niñ@s como existen en los instrumentos de arco), y para lo segundo, me temo que no hay remedio para el dolor, si bien la curiosidad por tocar una nueva melodía primaba más que las recurrentes molestias digitales, y es que, a pesar de tu talento, aún quedan muchas canciones que quieres tocar (y no olvides que fuiste tú quien insististe a tu padre para que te enseñara los primeros pasos en la guitarra) . Y no, querido Sungha, no te sientas angustiado cuando creas que tu habilidad se estanca (como en una entrevista dejaste caer con la humildad que te caracteriza), tu carrera discográfica muestra claramente que tu evolución interpretativa y compositiva está en permanente dinamismo, angustia que es felizmente antagonista de la ansiedad por practicar nuevas canciones que no vas a perder tan fácilmente.

¿Sigues interesado en tocar también la batería? No conozco ningún batería tímido, seguro que sería una exitosa inmersión en fomentar las habilidades comunicativas a la par que desplegar toda esa energía interior que está a punto de desbordarse. En cualquier caso, ya eres una celebridad, especialmente en tu bella tierra, en Corea, como muestra tu participación en el afamado programa de televisión Star King que permaneció casi una década en la parrilla televisiva (2007-2016). Por otra parte, no está mal eso de delegar funciones en tu exitoso blog, denominado Blue Sea, para así no encontrarte muy de cuándo en cuándo con algún comentario que no fuera de tu agrado; pero, créeme, la gran mayoría te harían muy feliz, y eso que tú, que prefieres melodías líricas a brillantes, simplemente quieres convertirte en un guitarrista sin más, obviando calificativos como el de “guitarrista prodigio” o “el August Rush coreano” (film de 2007 que narra la vida de un niño criado en un orfanato y que con once años se gana la vida como músico callejero, cuyo talento le servirá para encontrar a sus padres). Pero en tu caso, admirado Sungha, ser un guitarrista sin más no es ser un guitarrista más. Y no lo digo yo, lo dicen personalidades artísticas tan relevantes como Thomas Leeb, que contactó contigo por correo electrónico tras escuchar una de sus canciones versionadas por ti, con el que seguro que compartirás escenario, si no lo has hecho, cumpliendo uno de tus objetivos artísticos, el mismísimo Martin Taylor, único guitarrista de Jazz que tiene el honor y reconocimiento de ser miembro del Imperio Británico, y que te calificó como maravilloso guitarrista, o, nada más y nada menos que Yoko Ono, que te dedicó estas palabras: “I just witnessed your performance of ALL YOU NEED IS LOVE! Thank you for a beautiful performance. John Lennon would have been happy that you performed his song so well“. (¡Acabo de presenciar tu interpretación de ALL YOU NEED IS LOVE! Gracias por una hermosa actuación. John Lennon hubiera estado feliz de que interpretaras su canción tan bien”). Comparto con vosotros su interpretación de esta universal canción de The Beatles: https://youtu.be/D-mMUplpts8 ¿Qué os parece chic@s?

Y ya para despedir este estimulante e inspirador viaje por tu carrera artística, vamos a escuchar tu tema preferido, Night Flight: https://youtu.be/PRrUNWLPlow, repleto de nostalgia y poesía, pero no va a ser el último, porque, “aunque lo tenías muy callado” hay una versión tuya del Canon de Pachelbel que tocas, ya adulto, con una guitarra eléctrica Fender Stratocaster: permíteme cerrar con esta original interpretación tu biografía, en modo alguno tu música 정성하): https://youtu.be/cm8Ic2TwGjk.