Ya echaba de menos escribir en este blog tras las largas y aprovechadas vacaciones estivales. Y para comenzar volvemos a esa cantera inagotable de guitarristas del blues. Hoy toca hablar -y hablar bien- de Phil Upchurch.

Nuestro protagonista nace en Chicago en 1941 y ahí sigue, en activo, con 80 años recién cumplidos en el mes de julio pasado. Pese a la influencia del blues eléctrico de su ciudad natal, Phil se movió en sus tempranos inicios como músico de sesión, realizando giras con bandas como The Spaniels, grupo estadounidense de rhythm and blues y doo-wop (estilo vocal de música nacido de la unión de los géneros rhythm and blues y góspel), con el cantante y compositor norteamericano de soul Jerry Butler (1939), o el saxofonista estadounidense de jazz Porter Kilber (1921-1960). No obstante, Upchurch tuvo tiempo para participar en las habituales sesiones de los estudios Chess, (sello originario de la industria discográfica de Chicago), acompañando a leyendas del blues como el estadounidense Muddy Waters (1913-1983), el padre del “Chicago Blues”, o los cantantes y guitarristas norteamericanos de dicho género como Howlin´Wolf (1910-1976) y Otis Rush (1935-2018).

Su gran éxito llega en 1961 cuando, en unión de Dee Clark (1938-1990), Kal Mann (1917-2001) y Cornell Muldrow, compone el instrumental You can´t sit down, con el que consigue ventas de un millón de copias. El éxito tiene también una natural proyección económica que permite a Upchurch trabajar en proyectos viables e interesantes en unión de The Dells, un grupo vocal estadounidense de R&B, de Rotary Connection, banda de soul de Chicago, o con The Soulful Strings, grupo instrumental estadounidense de soul-jazz.

Una buena aportación de Phil a este último grupo es la guitarra del exitoso tema Burning spear (1967), cuyo audio comparto de inmediato: https://youtu.be/HWuBd3yzVC8 (el solo puede apreciarse a partir del minuto 2,30).

En los años ochenta, Upchurch toma un nuevo camino profesional de la mano del compositor norteamericano Quincy Jones (1933), aún en activo, a la par que prestó sus servicios como músico de estudio para el cantante, compositor y guitarrista estadounidense de jazz, funk y soul, George Benson, con el que había colaborado en los setenta en trabajos muy reconocidos como Bad Benson (1974), Weekend in L.A. (1977), discos de referencia hace casi medio siglo para todos aquellos que querían sumergirse en el jazz-rock.

En otras biografías hemos recorrido trayectorias que integran de forma desigual bandas y carreras en solitario, predominando éstas, pero en el caso de Phil, pese a su larga carrera profesional no es un músico que haya tenido la inquietud de construir una obra propia pese a la calidad de sus prestaciones musicales; no obstante, sí tiene trabajos en solitario, a los que la crítica y el gran público seguramente ha prestado menos atención: además del ya citado You can´t sit down, hay que destacar también Darkness, darkness, y Phil Upchurch.

A continuación voy a escuchar, y lógicamente compartir, una canción del primero de estos dos álbumes, titulada Cold Sweat: https://youtu.be/rbSlkluhWms La verdad que Upchurch es un guitarrista limpio y elegante con una técnica encomiable por lo que no es extraño que escoltase a tantos grandes del blues, del jazz o del soul, y, para mí, que es la primera vez que escucho esta canción, me parece bien representativa del género y un tema muy cinematográfico, suena muy bien, ni siquiera cuando tensiona las notas más agudas en sus riffs pierden brillantez o claridad, y finaliza con unos ligados descendentes, pull off, (que tanto me gustan), ejecutados con limpieza magistral.

Resulta justo decir que sus composiciones están a la altura de su sobresaliente prestación como acompañante, habiendo colaborado con músicos tan relevantes en el género como el estadounidense Stan Getz, uno de los más importantes saxofonistas tenores de la historia, el pianista -también de Chicago- Ramsey Lewis (1935), el clarinetista, saxofonista alto y soprano, cantante y director de big band Woody Herman, el rey del Blues B.B. King (1925-2015), a quien dedicamos en este foro una biografía el 14 de diciembre de 2018: B de Blues: B.B. King, el trompetista, cantante y compositor estadounidense de jazz, Dizzy Gillespie (1917-1993), -que es, junto con Charlie Parker, una de las figuras más relevantes en el desarrollo del bebop, -estilo posterior al swing que se desarrolla en los años cuarenta del siglo XX, y del jazz moderno-, el saxofonista de jazz funk y soul jazz de Búfalo Grover Washington Jr. (1943-1999), o el saxofonista alto de jazz de Tampa, Cannonball Adderley, encuadrado estilísticamente en el hard bop y el soul jazz, (ciudad, por cierto, la de Tampa, Florida, hermanada con la de Oviedo), el cantante y guitarrista de blues estadounidense John Lee Hooker (1917-2001), a quien dedicamos aquí su espacio el 10 de abril de 2020: John Lee Hooker ¡Ya era hora!, el cantautor Cat Stevens (1948), y tantos y tantos otros.

Su discografía como líder se integra por los siguientes trabajos: You Can´t Sit Down (1961), The Big Hit Dances: The Twist… (1962), Feeling Blue: The Phil Upchurch Guitar Sound (1967), Upchurch (1969), The Way I Feel (1970), Darkness, Darkness (1972), Lovin’ Feeling (1973), Upchurch/Tennyson with Tennyson Stephens (1975), Phil Upchurch (1978), Free & Easy (1982), Revelation (1982), Name of the Game (1983), Companions with Jimmy Witherspoon (1985), Phil Upchurch Presents L.A. Jazz Quintet (1986), Dolphin Dance (1987), Midnite Blue (1991), All I Want (1991), Whatever Happened To The Blues (1992), Love Is Strange (1995), Rhapsody & Blues (1999), Tell the Truth! (2001), e Impressions Of Curtis Mayfield by Jazz Soul Seven (2012); a los que hay que añadir más de 50 discos grabados en colaboración con otros artistas.

El 1 de junio de 2008 se produjo un desgraciado incendio en los Universal Studios de Hollywood, en concreto en el edificio 6197, que se llevó por tierra buena parte de las grabaciones maestras de algunos de los más importantes músicos desde los años cuarenta del siglo pasado, grabaciones éstas que son el registro original único de una pieza musical, fuentes sobre la que se hacen todos los demás formatos (vinilo, cd, mp3, etc.); para algunos expertos cada copia posterior a la maestra original sería una degradación sonora puesto que sólo aquella capta la esencia de un momento especial en el tiempo. La obra del bueno de Phil también resultó en parte destruida, afectando a demos, sesiones especiales y audios que no fueron lanzados comercialmente, una tremenda pérdida de una herencia musical muy rica pero que no oscurece todo lo mucho y bueno que tenemos de Upchurch comenzando por su presencia activa y actual en la música, puesto que Phil sigue felizmente “en la carretera de la vida”.

Querido y admirado Phil, se puede destacar artísticamente por una aportación concreta, un gran éxito, una innovación técnica, etc., pero también por ser un consumado intérprete de estilos tan diversos como difíciles, aprovechando el gran dominio del trabajo rítmico a los mandos de tu Gibson. Y es que en tu larga trayectoria has abordado rhythm´n ´blues, jazz, fussion, beat, incluso pop (llegaste a tocar, ahí es nada, con el mismísimo Michael Jackson, con el que trabajaste en el disco Off the Wall en 1979). Has tocado con la “Santísima Trinidad” de cada uno de estos estilos y para eso hace falta mucho talento, pero también un carácter especial, menos inconformista y más integrador, dejando a un lado el ego personal del que cuesta tanto desprenderse cuando se obtiene éxito, seguramente porque para ti, nada está por encima de la banda, sólo la música, y aquella que sale de lo mejor del conjunto es por la que merece la pena tocar, ¡Y cómo tocas querido amigo! Un rasgueo limpio y característico que pese a tu indudable talento innato es el resultado de muchas horas de práctica en solitario y en las interminables sesiones colectivas de estudio en las que has participado, con una capacidad de adaptación, de saber mimetizarse en el universo creativo de otros artistas para -nada menos- que dar a sus composiciones la calificación cum laude. Ellos te deben mucho y justo sería que lo reconocieran, si no lo han hecho ya, pero, yo, querido Phil, no voy a recordarte sólo por tantas notas perfectamente empastadas en las canciones de otros -por más que sean primeros espadas de la música-, sino por tus propias composiciones y voy a escuchar como cierre “Darkness, darkness“, una obra a la altura de las mejores de aquéllos a los que prestaste tu colaboración para redondear sus canciones (con personajes tan carismáticos como Bob Dylan, con el que colaboraste en el trabajo de Christmas in the Heart en 2009), pero hoy el foco te alumbra a ti: https://youtu.be/Rf1J5gaI7LM, música muy apropiada para cerrar un viernes con estímulos renovados y sensaciones intensas.

Gracias Phil, por ser un maestro de la guitarra sin haber querido ser una estrella, quizás por ello tu estela musical aún sigue y seguirá brillando, en una admirable y honesta trayectoria artística.