Noche de viernes pasada por agua y bien propicia para disfrutar solo o en buena compañía de los muchos y buenos locales nocturnos que tiene la ciudad de Oviedo. En este blog, cada dos semanas, dedicamos una entrada a un-a guitarrista brillante, y hoy, además de ello, tenemos que poner en valor la creatividad artística de nuestro protagonista. Es el momento de hablar de Igor Paskual.

Igor Pascual (la k forma parte de su nombre artístico) nace en Donosti (San Sebastián) el 13 de diciembre de 1975, por lo que cuenta con 46 imperiales años que, como veremos, han dado para una carrera musical sólida y reconocida.

Tras pasar su infancia en su ciudad natal, la familia de Igor se traslada a Asturias, donde desarrollará buena parte de su proceso de formación musical y salto a la arena artística; seguro que no le importará que lo consideremos tan asturiano como vasco.

Su inquietud artística e interés por la música lo llevó a estudiar guitarra clásica en el Centro Musical Ángel Muñiz Toca de Oviedo, donde recibió clases de la guitarrista Soledad Feijoo, que también fue mi profesora y a la que siempre le estaré agradecido por su apoyo y buen hacer docente, inoculándome el interés perpetuo por la guitarra clásica cuyos compositores descubrí durante los seis años que me dio clase, y un año adicional con su hermano Carlos Feijoo, al que igualmente también debo buena parte de mi interés por la música. Estábamos a principios de los noventa, sí, han pasado muchos años y, aunque no quiero equivocarme, me viene el recuerdo de un Igor sonriente con su guitarra en la bicicleta, coincidiendo en bastantes ocasiones con él en la entrada y salida de clase de instrumento (que normalmente son individuales, pero también en ocasiones fueron compartidas).

Pero Igor disfrutaba más con la música moderna, por más que la clásica se le daba muy bien y seguro que todo lo aprendido en dicha sede (digitación, ritmo y expresión) lo aplicó con brillantez en su interpretación a la guitarra eléctrica y en el proceso creativo de sus composiciones.

Su bautismo en los escenarios fue precoz y así, en esos primeros años noventa, en plena adolescencia tocó en diferentes grupos asturianos como Diana y los Rockatones, Cannonballs, y otras de mayor proyección como Los Débiles y, sobre todo, Stormy Mondays (una de las bandas más especiales y consistentes de nuestra región que llegaron a compartir escenario con Bruce Springsteen y Elliott Murphy, ganando un concurso de la NASA para colocar una de sus canciones en la despedida del Transbordador Espacial Endeavour, como música para sus astronautas, imponiéndose en una votación final a 9 bandas americanas).

No obstante, la inquietud musical de Paskual le llevó a crear su propia banda, a finales de 1994, Babylon Chat, con influencia de artistas Glam como Marc Bolan, a quien dedicamos aquí una biografía el 23 de abril de 2021: Marc Bolan, un pionero de nuevos estilos, David Bowie o Kiss.

En 2001 se iba a producir un hecho que iba a propiciar cambios importantes en la banda y en la proyección artística del propio Igor. Efectivamente, en un concierto en Madrid, Babylon Chat fueron teloneros de Loquillo y Los Trogloditas, y, aunque, pudiera parecer, a priori, que el Glam de Babylon no empastaba del todo con el público de Loquillo lo cierto es que la mixtura de estilos funcionó a la perfección y hubo varios conciertos más en los que la formación asturiana compartió escenario con un artista tan reconocido y reconocible como Loquillo y su banda. Seguramente “el Loco”, que no tiene precisamente un pelo de tal, pronto descubrió el talento y originalidad de Igor, algo que resulta muy perceptible en su entusiasmo en la forma de hacer las cosas, de hacerlas bien, claro, pero también de saber presentarlas y explicarlas. Se comienza a forjar una relación personal entre Loquillo e Igor que daría lugar a proyectos compositivos. Y llegados a este punto, hay que destacar la calidad de Igor como compositor, como artista original y valiente, transgresor en ocasiones pero siempre dentro de un orden (con ese equilibrio inestable que dio nombre a su primer disco en solitario), y es que artistas como Loquillo, de una trayectoria tan dilatada y exitosa pueden contratar a los músicos más talentosos de la escena nacional y contar con el mejor abanico de compositores para sus canciones, y si eligió a Igor fue precisamente por ver en él esa creatividad brillante y arrolladora. Han pasado más de 20 años y ese tándem, proyectado en la banda de Loquillo, resulta inquebrantable.

En un primer momento, en el álbum titulado “Feo, Fuerte y Formal” (2001), Loquillo e Igor firman varias canciones pero, tiempo después, “el Loco” ofrece a Igor un puesto en su banda al abandonarla uno de sus miembros fundadores: Ricard Puigdomènech (1962), tras más de 20 años como guitarrista y compositor.

Su salida de la banda provocó una reclamación judicial en los Juzgados de Oviedo por parte de alguno de los músicos de Babylon Chat, y que, sin duda, tuvo que ser un trago amargo para todos, pero quiero pensar que quedó superado, y seguramente sea así, como parece confirmarse en alguna de las recientes entrevistas de sus antiguos compañeros en Babylon Chat, como la de Héctor Tuya, en las que destacan a Igor como un músico perfeccionista y sacrificado para conseguir un sonido convincente y dar un directo expresivo y cálido. No cabe duda de que, no ya para Babylon Chat sino para cualquier grupo, perder a Igor como referente compositivo e interpretativo tiene que ser demoledor; es cierto que hay muchos y buenos músicos pero un talento creativo como el suyo resulta muy difícil de suplir porque además en Igor se da una curiosa y nada convencional mixtura entre creatividad y expresión, razón de más para que sus composiciones sean tan bien defendidas por su autor en el escenario.

Va a ser necesario establecer cláusulas de rescisión como en el fútbol para evitar la fuga de talentos. Y ya que hablamos de fútbol, hay que decir que Igor es un gran experto futbolístico y escribe de forma habitual en el Diario asturiano El Comercio, habiendo publicado en 2015 Rugidos de gato, una recopilación de sus artículos para el diario, no sólo del palo deportivo, y también en el Diario Nacional As, en cuyas columnas escribe muy agudamente de temas de actualidad del deporte rey, siempre potenciando al fútbol femenino, al que alude con conocimiento e interés en muchos de sus artículos, y haciendo un paralelismo con el mundo de la música que resulta cautivador.

Como compositor, en colaboración con Loquillo, Igor ha escrito importantes temas del repertorio de esta banda que cuenta con múltiples seguidores en todos los puntos del país. Y así, entre otros, se cuentan los temas Arte y EnsayoRock’n’Roll ActitudRestos de SerieMemoria de Jóvenes AiradosHotel Palafox o La Belle Dame Sans Merci. Esa legión de seguidores inquebrantables propicia que las giras anuales sean muy intensas y exitosas.

En esta tesitura, me pregunto si en el proceso compositivo de Paskual prima la melodía o la letra como base de construcción. En mi caso, la melodía que un día surge rara vez es modificada y la letra se adapta a las notas y figuras de esa melodía, pero reconozco que no es el modo de componer más habitual. Precisamente en la clase de Inglés de esta mañana, aprovechando el jubileo de la Reina Isabel II, hablamos sobre la pegadiza canción de Sweet Caroline, compuesta en 1969 por Neil Diamond -curiosamente norteamericano-, y que fue seleccionada para ser la cancion que los británicos canten el domingo a su reina (canción que por cierto también se canta en Wembley para celebrar las victorias de la Selección inglesa de Fútbol). Pues, al parecer, esta canción está dedicada por su autor a su esposa y no se llamaba Caroline pero para que empastase con la melodía y el ritmo se introdujo en la letra el nombre de Caroline, y seguramente fue un acierto porque la melodía de la canción, cantada también por Elvis Presley, resulta genial.

Hace algunos años y, en concreto, en septiembre de 2016, asistí al concierto que dieron Loquillo y su banda en la Plaza de La Catedral, durante las fiestas de San Mateo de Oviedo, me lo pasé de cine y, desde luego que, pese a la figura del “Loco”, cuyo liderazgo y autoridad musical no se discute, puede decirse que Igor, con su personalidad musical arrolladora no se arrugó en ningún momento, dando un concierto pleno en seguridad y energía, con una plaza repleta de espectadores en una de sus ciudades de adopción.

Su carrera musical no se circunscribe únicamente a trabajar con Loquillo sino que también ha alumbrado interesantísimos trabajos discográficos en solitario: el ya referido de “Equilibrio inestable” (2011), “Tierra firme” (2015) y “La Pasión según Igor Paskual” (2019). Precisamente, en otras fiestas de San Mateo de Oviedo, tuve la oportunidad de verlo en directo, ya en solitario, acompañado por su propia banda: fue el 18 de septiembre de 2017 y superó mis expectativas, que ya eran altas; de hecho, tan pronto terminó el concierto compartí las buenas vibraciones inspiradoras del mismo con Begoña Llera, que tocó el piano digital en nuestro grupo, Unexpected Visit, en 2001 (y participó en nuestra primera grabación), y que tuvo también la oportunidad de compartir estudios musicales con Igor en el Centro Musical Ángel Muñiz Toca; ambos concordamos en la categoría y elegancia artística de nuestro protagonista de hoy.

La formación universitaria de Igor como Licenciado en Historia del Arte lo llevó también a trabajar sobre el terreno en Jordania, experiencia que tuvo que ser enriquecedora e inspiradora para una génesis de ideas musicales que no parecen tener fin. Y es que, hace unos años, en un concierto de la banda asturiana Real Straits (banda tributo de los Dire Straits), liderada por el extraordinario guitarrista Ángel Miguel, a quien dedicamos aquí el 21 de septiembre de 2018 un espacio más que merecido: Ángel Miguel, un “local hero” llegó a decir que Igor, a quien acompañó en diversas de sus giras en solitario, era el mejor compositor de España. Los hechos hablan por sí mismos, Loquillo eligió a Igor porque vio una luz en él que, quizás todos veíamos, pero que sólo un artista de la proyección de Loquillo podía darle la plataforma necesaria para crear canciones para el gran público, a la par que edificar una carrera musical en solitario.

Esa formación e inquietud intelectual, desplegada en el campo musical pero también en el periodístico y universitario, le llevó a publicar un libro, “El Arte de Mentir”, en 2013, en el que mezcla reflexiones y experiencias sobre literatura, rock, arte, drogas y sexo; libro que el buen Igor no recomendaba leer a sus padres porque algunas experiencias resultaban salvajes, pero, a diferencia de tantos mitos musicales que desfilaron por el trapecio de las sensaciones intensas, él sigue aquí y, además, lo cuenta para deleite de tantos entusiastas de la música y de las hazañas de sus ídolos.

En diciembre de 2020 tuve la oportunidad de asistir virtualmente a un curso semanal de iniciación a los videoclips, impartido por Titi Muñoz y organizado por el Ayuntamiento de Oviedo en el Centro de Música Joven Pedro Bastarrica, un extraordinario profesional del mundo audiovisual, a la par que guitarrista y cantante de la banda Posession, que ha realizado más de un centenar de vídeos musicales; y uno de los que nos mostró fue el de Igor Paskual “Dios es colombiano”, cuyo enlace comparto con vosotr@s: https://www.youtube.com/watch?v=nTcEg0Xa3IM. ¡Casi nada al aparato! No apto para mojigat@s.

Su carrera discográfica se completa con los álbumes grabados con Babylon Chat: Sex Shop (1997), Hotel Adicción (2000), Bailando con Brando (2001); Arte y Ensayo (2004, ya con Loquillo y Los Trogloditas); Balmoral (2008), La Nave de los locos (2012), El creyente (directo de 2014), Código Rocker (2015), Viento del Este (2016), y Salud y Rock´n´Roll (directo de 2016); todos estos con Loquillo.

Resulta imprescindible consultar su trayectoria musical en su web oficial cuyo enlace dejo escrito: https://www.igorpaskual.com/.

Ha sido un placer escribir estas líneas, admirado Igor, y recordar aquellos primeros años noventa de tus inicios musicales en los que tuve la oportunidad de conocerte. Me pregunto si seguirás tocando la guitarra clásica (quizás más de lo que pudiera pensarse), pero sea como fuera, tu curiosidad y perfeccionismo está fuera de toda duda. Me consta que cuando ya estabas en la banda de Loquillo seguiste perfeccionando tu técnica instrumental con el gran guitarrista asturiano Rafa Kas, a quien dedicamos aquí, cómo no, una biografía el 1 de agosto de 2020: Rafa Kas, el Trueno del Norte.

Y es que, precisamente, si nos fijamos en músicos de tu talla, podemos comprobar que resulta imprescindible seguir trabajando (hasta dejarse los dedos en la guitarra, parafraseando alguna de tus entrevistas), actualizándose y reseteándose permanentemente, pero, cuando alguien adquiere tu nivel, tocando en grandes escenarios, acompañando a una leyenda como Loquillo, puede caer en la tentación de olvidar esa sana curiosidad y entusiasmo juvenil que precipitó tu merecida carrera hacia el éxito, esa humildad que no puede perderse nunca, porque para seguir siendo vanguardista, influyente y creativo, dar lo mejor puede no ser suficiente pero bajar el listón siempre resulta fatal. Contigo, querido Igor, que además has formado una familia, y has compatibilizado esa vida personal con una profesión tan exigente en viajes y giras, podemos estar tranquilos: la bandera del fuerte no se arriará mientras tengas una guitarra que tocar, una experiencia por vivir y una canción para compartir; siempre con la misma fuerza, cautivando a los fans, llevándolos a tu terreno con el liderazgo de la calidad de tu música. Aprovecho para decirte que he tomado prestado el título de tu primer disco “equilibrio inestable”, en un párrafo de mi tesis doctoral sobre el Deporte Femenino, que espero defender en este año, refiriéndome a la mudable reglamentación deportiva del COI sobre la participación de los atletas trans en las competiciones femeninas (seguro que no me cobrarás derechos de autor, deporte femenino que es otro nexo de afinidad entre nosotros).

Igor Paskual, otro de los nuestr@s. Vamos a despedirnos con el vídeo oficial de una de sus canciones “Tierra Firme”: https://www.youtube.com/watch?v=8q1rPf14DOI.

​Que la música, tu buena música, admirado Igor, te escolte siempre.