Esta tarde noche de noviembre, con atípico toque de queda a las 22 horas, voy a rendir cumplido homenaje a un músico grandioso, multi instrumentista e intérprete de estilos musicales diversos, con una trayectoria importante en nuestro país, además de compositor de Guitarra Clásica, cualidad esta última que ha determinado decisivamente su inclusión en la familia de nuestro blog.

Jorge se inicia en la música desde muy joven y de manera autodidacta, pero, a diferencia de otros músicos que también exploraron los maravillosos secretos musicales y persistieron por sí mismos en tal dirección durante toda su trayectoria, nuestro artista de hoy realizó también estudios de guitarra, trompeta y órgano en los conservatorios de Oviedo y Vitoria, y cursos con prestigiosos maestros. Ahí es nada: cuerda pulsada, viento y teclado.

Su precocidad a la hora de exponer en público sus habilidades musicales resulta casi insultante. Con sólo trece años forma su primera banda de rock, y… ¡atentos! con sólo quince, a esa edad despistada que muchos no supimos ni quisimos sacarle partido y estábamos más atentos a las sonrisas de las chicas y a encandilar a nuestro primer amor que a retos más estimulantes, decide dedicarse exclusivamente a la música formando pocos años después parte del grupo Korroskada, que logro gran éxito en 1987 con su canción “Yo quiero ser torero”, cuyo enlace comparto tras haber recordado la canción, que sigue sonando fresca y optimista: https://youtu.be/h8gyFy0cMrI.

En 1989 se traslada a Asturias donde colabora con numerosos grupos e intérpretes de todos los palos musicales: desde el folk, el rock, la música antigua, la clásica, la minimalista, new age… etc.

Comienza a trabajar junto al gaitero Flavio Benito, en el proyecto de Nordés, gaitero con el que tuve el placer de estudiar Solfeo y alguna otra asignatura colectiva por esas mismas fechas en el Centro Musical Ángel Muñiz Toca de Oviedo, siendo el instrumento de estudio de Flavio la flauta travesera, (los estudios de gaita asturiana en el Conservatorio estaban aún por llegar), y desde el primer momento se veía que Flavio no era un estudiante más sino un músico con mayúsculas, con trayectoria en los escenarios, que quería mejorar su formación para alcanzar cotas mayores. Y lo ha conseguido: Maestro Gaitero y Profesor de Flauta Travesera además de haber integrado bandas míticas del Folk asturiano como Llan de Cubel, o del Rock como Dixebra. 

Pero volvamos a Jorge Méndez, apellido por cierto que me resulta familiar por ser el segundo de mi padre por mi abuela Aquilina. En el proyecto de Nordés, Jorge toca la guitarra, la flauta y el bajo pedal; pero es que no se queda en los instrumentos de cuerda, teclado y viento, sino que también explora la percusión en el grupo Luzazul, donde también toca la flauta travesera; colaborando también probablemente con nuestro gaitero astur más mediático, con José Ángel Hevia, tocando el órgano; además de con el reconocido y admirado gaitero y estudioso de la gaita Asturiana Xuaco Amieva, o con los hermanos Tejedor, tocando también los teclados.

En la dimensión de música Rock su influencia y buen hacer se hizo patente en el grupo Beetfevers, donde tocaba la batería, o los Murciélagos, banda en la que aportaba su despliegue de habilidades en la música de viento con el saxo y trompeta, además de tocar también en la formación de Los Cautivos.

Para hacernos una idea de la capacidad y versatilidad de Jorge Méndez ahí va esta información: colaboró con el cuarteto de música del renacimiento Scherzi Musicali a la par que con el grupo de Hard Rock Avalanch, con los que tocaba en directo como teclista; en este blog hicimos un apartado de su líder, el guitarrista asturiano Alberto Rionda: https://unexpectedvisit.es/un-alquimista-de-la-guitarra-alberto-rionda/.

Y no queda aquí la cosa. Desde luego que no. Aún quedan muchas “pepitas” de talento por descubrir en la trayectoria de Jorge Méndez. Paralelamente a su múltiple y fecunda actividad musical, ya desde 1989 comienza su actividad como organista en el Monasterio Cisterciense de Valdediós, y poco después hace lo propio como organista de la iglesia de Santa María la Real de la Corte de Oviedo, realizando conciertos, grabaciones y colaboraciones con la “Orquesta Sinfónica Ciudad de Oviedo”. Pero la inquietud y curiosidad de Jorge no se circunscribe a la interpretación o a la composición, como luego veremos, sino que estudia y repara órganos y armonios, (instrumento musical de viento parecido al órgano, pero más pequeño y sin tubos, en el que el aire se acciona por medio de fuelles que se manejan mediante pedales, propio del Siglo XIX y habitual de teatros e iglesias de la época), además de participar en publicaciones sobre dichos instrumentos.

Su arco colaborativo musical en Asturias se completa con su labor como guitarrista y arreglista de la cantante Tina Gutiérrez y del cantante de copla Carlos Vargas, además de tocar la guitarra eléctrica con el grupo de rock celta subversivo Rix y el piano con Son de Cuba.

Posteriormente, en torno a 1998, integra el grupo cántabro Luétiga, en el que despliega su talento musical en otros instrumentos afines a sus especialidades como la zanfona, (instrumento musical perteneciente a la familia de los cordófonos frotados, que se asemeja a un violín mecánico en el que varias cuerdas vibran por la fricción de una rueda, situada en la  caja de resonancia del instrumento, que gira gracias a un manillar o manivela, muy extendido, en sus múltiples variantes, en la música popular europea); ​el bajo sin trastes (que tiene la evidente dificultad de identificar las notas sin la referencia de los resaltos de metal que dividen el mástil en los bajos comunes), y el banjo.

Resulta interesante su colaboración como guitarrista en la “Misa popular cántabra”, realizando numerosas actuaciones en clave nacional e internacional. Comparto seguidamente el siguiente vídeo, cuya música, nostálgica y reflexiva, empasta perfectamente con su entorno religioso: https://youtu.be/7nGEui4aC4g.

Ya en este siglo se traslada a Madrid y entra a formar parte del grupo Brenga Astur, con los cuales realiza dos giras trasatlánticas, participa igualmente con el grupo Xtramonio, a los mandos de los teclados, del banjo de 5 cuerdas, de la guitarra eléctrica y hasta de los coros, (apartado coral que ya echábamos de menos para completar el maravilloso puzzle de su elevada y diversa técnica instrumental); siendo múltiples sus colaboraciones como ocurría en su período asturiano: Sr. Antipirina, Javier Platero, Fol de canguro, El Norte, Westfallenpark o Aizú.

Su labor compositiva no se queda atrás. Jorge Méndez es autor de 10 discos en solitario en los cuales a los instrumentos anteriormente citados, hay que sumar su interpretación de: bombarda, (es un instrumento de viento madera de doble lengüeta, formado por un tubo cónico con orificios), clarinete, piano, bajo, voz, acordeón, whistle, (flauta irlandesa de seis agujeros, parecida a la flauta dulce, que tocaba tarde tras tarde mi querido primo Justo, quien me inició en mis primeros conocimientos musicales), armónica, dulzaina (es un instrumento de viento de lengüeta doble perteneciente a la familia del oboe, formado por un tubo cónico de unos 30 cm de longitud en el que hay 7 orificios, muy utilizado en la música tradicional española, etc.; además de las múltiples grabaciones realizadas como músico de estudio en sus colaboraciones con tantos artistas.

En 2013 se incorpora a la banda Jorge ilegal y los magníficos, junto a la leyenda del Rock español, Jorge Martínez, haciendo gala de su sólido abanico instrumental, en dimensiones de viento, teclado y cuerda.

Mi contacto con este gran compositor e intérprete vino de la mano de un libro de música clásica que adquirí a principios de año en una tienda de Oviedo. Cuando estaba revisando todos los libros de estudios y obras de Guitarra Clásica de la tienda, casi siempre ya conocidos de mis tiempos de estudiante, el chico que estaba al cargo me sugirió, que le echara un vistazo al Manual “Nueve estudios para guitarra” de un tal Jorge Méndez, impreso en Oviedo, con dirección web www.elsastredeloslibros.es. Me pareció interesante porque él mismo había dejado sus propios manuales en la tienda y me dije… ¡Vamos a leer algo nuevo!

Cuando tuve tiempo para la lectura de estas partituras me causó una gran sensación. Era una música distinta, actual pero compuesta para la Guitarra Clásica. No se trata de estudios particularmente difíciles, vienen a ser de un nivel medio, pero para interpretarlos correctamente es preciso entender y reproducir las indicaciones de sus partituras, no especialmente complejas a nivel rítmico, pero en clave de expresión sí tienen sus particularidades técnicas, con armónicos octavados (estudio III), o ligados (estudio IV), si bien yo disfruté en mayor medida de los estudios finales (VII, VIII y IX), en los que se combinan con acierto y originalidad notas agudas y graves muy distantes, con melodías alejadas de los parámetros clásicos, más acordes a la música del cine moderno y a las nuevas tendencias de la música para Guitarra de la actualidad.

Había titulado esta biografía: “Jorge Méndez, un compositor actual de Guitarra Clásica” y, por primera vez, en todas estas entradas en el blog, y tras dos horas sumergido en las fuentes de su trayectoria, he decidido cambiarla por la siguiente: “Jorge Méndez, el músico total de tantas épocas como estilos”, que hace más justicia a su dimensión. Es un Oldfield nacional, un multi instrumentista brillante, un compositor versátil y original, un estudioso de los instrumentos antiguos y modernos, y un habitual de los escenarios nacionales. Merece la pena escuchar a Jorge hablando de su propia música y evolución como artista en la entrevista de 26 de febrero de 2018 en Gargolafilms cuyo enlace indico seguidamente: https://youtu.be/DhUWmuRF4mc.

Si tuviese que elegir una obra de Jorge Méndez, dentro de su amplia y diversa producción artística, me quedaría con el Réquiem, un trabajo sublime. En la entrevista apuntada puede disfrutarse un fragmento con todo el impacto visual del coro y la orquesta. Sin duda merece la pena. Es verdaderamente recomendable para tod@s.

Puede decirse, admirado Jorge, que con la misma rotundidad con la que desplegaste las velas de tu viaje musical profesional con sólo 15 años de edad, has mantenido velocidad de crucero en tu trayectoria musical sin perder un ápice de consistencia y brillantez, reinventando cada día tus armas musicales para satisfacer una curiosidad infinita por descifrar los secretos de cada instrumento, haciendo mejores, sin duda, a cuantas bandas integraste como, en lógica y justa reciprocidad, es seguro que tu crecimiento musical fue incentivado por tantos y tantos artistas veteranos que te acompañaron en un viaje, querido Jorge, al que le quedan aún muchos puertos por descubrir. Y pese a que tu labor compositiva resulta sólida, habiendo estrenado obras para guitarra, vihuela, órgano, música de cámara o coros, estoy convencido de que tienes multitud de proyectos por exponer, y espero que la mejor obra que te quede por escribir sea para Guitarra, con el parámetro de la belleza artística, en su acepción más profunda y emotiva, como bandera de este viaje.

También es destacable tu contribución musical para anuncios, documentales, cortometrajes y exposiciones, espectáculos audiovisuales, etc., pero un proyecto sugestionante que sin duda llegará, será la banda sonora de algún largometraje, en la que podrías perfectamente grabar buena parte de los pasajes de tantos instrumentos que has interpretado con solvencia durante más de tres décadas. No sé cómo se titulará esa película, lo que sí sé es que estaré en la sala de cine cuando se estrene para escuchar tu música.