Esta tarde vamos a explorar la obra de un guitarrista excepcional, a la vanguardia del talento e influencia musicales, que partiendo del Blues nos llevará a los comienzos del Heavy Metal. Hablamos de Jimmy Page.

Nuestro protagonista nace el 9 de enero de 1944 en Middlesex (Inglaterra), por lo que cuenta con 77 años, que no le han privado de seguir en activo.

Tras terminar sus estudios primarios se matriculó en la Escuela de Arte donde comenzó a interesarse por el Blues y por nuestro querido instrumento (la guitarra). Sus primeras audiciones de este género fueron de la mano del guitarrista norteamericano Elmore James (1918-1963), “padre del bottleneck guitar o slide guitar”, (técnica de guitarra en la cual se toca una nota, y luego se desliza el dedo a otro traste, hacia arriba o abajo del diapasón, con un dedal o slide en el dedo anular de la mano izquierda), B.B. King (1925-2015), al que nos hemos referido aquí el 14 de diciembre de 2018: B de Blues: B.B. King, o Little Richard (1932-2020), cantante, compositor, humorista y pianista estadounidense de Rock and Roll.

Como buen rockero, Jimmy saltó a la escena apenas unos meses después de iniciar su práctica con la guitarra, y ese arrojo, esa valentía resultan admirables porque, querid@s amig@s, cuando hablamos de Rock en vivo la gente pide expresión y personalidad muy por encima de un sonido estelar, y es que el directo es para vibrar y disfrutar en comunión de artistas y público.

Sus primeras intervenciones fueron como acompañante de diversos grupos de rhythm and blues, y su exposición y buen hacer pronto le sirvió para ser requerido por músicos de prestigio para participar en grabaciones de estudio. Todo ello permitió al bueno de Page asociar su nombre al de grandes artistas del momento como Donovan (cantautor, poeta y guitarrista escocés), Them (banda norirlandesa de Rock de la que saldría el gran Van Morrison, que tocó en Oviedo, mi ciudad, en las Fiestas de San Mateo de 1995), The Who (banda británica de Rock, icono del Siglo pasado), o Kinks (banda británica de Rock impulsada por los hermanos Ray y Dave Davies), entre otros.

Quizás otro tipo de artista, más conformista y con menos iniciativa, estaría encantado de formar parte secundaria de cualquiera de estas formaciones como mero músico de sesión, pero Jimmy no es de ese tipo de gregarios y sabía que su guitarra tenía muchas cosas que decir por encima incluso de muchos de estos grandes músicos.

En 1966 llega la llamada, nada menos, que de los Yardbirds para sustituir al bajista Paul Samwell-Smith. ¡Claro que hubiera preferido ponerse al mando de una de las guitarras de esta banda! Pero “el tren de los Yardbirds” pasa una vez en la vida y ni siquiera para, te tienes que subir en marcha. Y eso hizo Page, que ya no dejaría de crecer profesionalmente desde entonces. Seguidamente se va de gira con el grupo recorriendo buena parte de los Estados Unidos, en un momento de pleno apogeo de la banda por lo que el éxito llegó de forma inmediata a una velocidad inasimilable, con apenas 22 años.

Jimmy ya comenzaba a ser influyente en los Yardbirds, que grabaron el tema Beck´s Bolero, compuesto por Page para Jeff Beck, con pasajes que le permitían lucirse técnicamente (el 14 de febrero de 2020 dedicamos un espacio en este blog a Jeff Beck: Jeff Beck, un guitarrista multidimensional).

La formación da el salto al cine de la mano de la banda sonora de la película de intriga Blow Up (Deseo de una mañana de verano), dirigida por Antonioni y premiada con la Palma de Oro del Festival de Cannes de 1966. Ahí va el enlace de la escena del film con el tema de los Yardbirds, Stroll on: https://youtu.be/YHNL5_2LspE (por cierto, los asistentes al concierto de este pasaje de la película parecen figuras de cera… hasta que se rompe la guitarra ¡Qué tiempos más estimulantes!).

Y ¡lo que son las cosas! el bueno de Jeff Beck enferma un par de días antes de partir de nuevo hacia América, y nuestro protagonista se hace cargo de la guitarra solista a la vez que Chris Deja (1945) se pone a los mandos del bajo por más que también era guitarrista (en su caso rítmico). La gira resultó un rotundo éxito, pero a la vuelta llegaron las fricciones entre Jeff y Jimmy, ¡mucho gallo para este corral! Era diáfano que uno de los dos tenía que salir y fue Jeff el que se marchó a finales de 1966 (mismo año en el que Page entró en la banda).

El tiempo de Jimmy en los Yardbirds no fue muy extenso ya que en 1968 finalizó su sobresaliente aportación; eso sí, le dio tiempo a grabar un elepé titulado Little Games (1967) y un single con el título Goodnight Sweet Josephine, despidiéndose del grupo con un concierto en el Luton Technical College.

Una nueva aventura musical se estaba gestando con la banda de Hard Rock bautizada como Led Zeppelin: con la voz personal de Robert Plant, John Bobnham a las baquetas (ambos ex de The Band of Joy), y John Paul Jones como bajista (con quien Page había coincidido en numerosas sesiones de grabación).

El debut de Led Zeppelin llega el 18 de octubre de 1968 en el importante club londinense denominado Marquee. ¡Y vaya si gustaron! Diez años de éxitos ininterrumpidos, con diez elepés editados y un buen número de canciones exitosas entre las que se cuentan: Whole Lotta Love, Black Dog o Stairway to Heaven, cuyo vídeo en directo no me puedo resistir a disfrutar y, claro está, a compartir con vosotr@s: https://youtu.be/xbhCPt6PZIU.

Los diez discos de la banda son: Led Zeppelin (1969), Led Zeppelin II (1969), Led Zeppelin III (1970), Led Zeppelin IV (1971), Houses of the Holy (1973), Physical Graffiti (1975), The Song Remains the Same (1976), Presence (1976), In Through the Out Door (1979), y Coda (1982); este último ya publicado tras la disolución del grupo a raíz del fallecimiento del baterista John Bonham.

Seguramente Jimmy Page tuvo su punto álgido en la década de los setenta con la fundación de Led Zeppelin, aunque, como avanzamos de inicio, no dejó de continuar con su actividad musical. La siguiente estación fue de la mano del grupo The Firm en 1984, con quienes grabó dos trabajos: The Firm (1985) y Mean Business (1986). Anteriormente participó en un EP con The Honeydrippers titulado The Honeydrippers: Volume One, si bien sus colaboraciones con múltiples y diversos artistas han sido fluidas y exitosas.

También hay una faceta musical en solitario con un único disco: Outrider (1988), si bien poco antes de haber formado parte de los Yarbirds grabó el sencillo he Just Satisfies / Keep Moving (1965).

Son también destacables sus aportaciones a bandas sonoras del cine. Además de la ya mencionada del film Blow Up, hay que destacar: Death Wish (1982), Scream for Help (1985, con John Paul Jones), Godzilla: The Album (1988), con la canción Come With Me con Puff Daddy, además de Lucifer Rising and Other Sound Tracks (2012).

Puede decirse que la Gibson Les Paul es la guitarra más característica de Page a la par que los amplificadores Marshall son el signo distintivo de su sonido, si bien en una trayectoria tan rica en colaboraciones y proyectos musicales hubo sitio para manejar puntualmente las Guitarras Fender (en concreto la Telescaster) o amplificadores Vox (nada que ver, como sabéis, con la marca política), Orange o Fender.

Page también utilizó la lap steel guitar, guitarras slide, guitarras acústicas además de pedales de efectos bien reconocibles como el Chorus, el Wah-wah o el Flanger (que es mi debilidad); quizás lo más bizarro de su familia instrumental es la guitarra con pedales de acero (un tipo de eléctrica que se toca con un artilugio de acero en vez de con los dedos y se posiciona de manera horizontal). Aunque no sé si será aún más alucinante su utilización del theremín (originalmente conocido como eterófono, thereminófono, termenvox o thereminvox), que es uno de los primeros instrumentos musicales electrónicos que se controla sin necesidad de contacto físico del intérprete con el instrumento. Fue inventado por el ruso León Theremin, -de ahí su nombre- que lo desarrolló en 1920 y lo patentó en 1928. Consta de dos antenas metálicas que detectan la posición relativa de las manos del thereminista y los osciladores para controlar la frecuencia con una mano y la amplitud (volumen) con la otra, enviando las señales eléctricas amplificadas del theremin a un micrófono. Pues con este curioso instrumento también se atrevió el bueno de Jimmy.

Desde luego que Page tiene varios modelos exclusivos de guitarras asociados a la marca Gibson (un grupo exclusivo que comparte con Pete Townshend, Joe Perry (Aerosmith), Slash o Angus Young, entre -muy pocos- otros): la Jimmy Page Signature Les Paul, la EDS-1275 de Page (todas volaron el día que se anunció su salida a la venta), o la Black Beauty 1960 de Page (que fue robada en 1970). Su imagen con una Gibson de doble mástil a principios de los setenta permanecerá para siempre en la memoria de los nostálgicos del Rock

¡Menudo viaje musical, admirado ​Jimmy! Irrumpiste en el mundo del Rock de forma impactante y te ganaste el aprecio del público y el respeto de tantos y buenos profesionales que coincidieron en tu generación, una especie de talento colectivo al unísono, que difícilmente podrá reproducirse en otras épocas, o quizás sí, ¡Quién sabe! Y ese estudiante de arte que se enamoró de la guitarra gracias al Blues dejó su impronta artística en buena parte de la producción musical de las bandas en las que tocaste, especialmente en Led Zeppelin, tu obra maestra, nombre tan acertado para una banda que casi ha eclipsado a sus integrantes (y no hablamos de cualquiera). Pero, querido amigo, aunque has roto más de una guitarra (tienes 1.500, quedan muchas por romper o, mejor, por tocar), tu originalidad, mejor dicho, tu genialidad musical, resulta indiscutible, atreviéndote a utilizar el arco de un chelo con la guitarra, colocando una batería en el hueco de una escalera (en la grabación de When the Leeve breaks), o creando nuevas atmósferas musicales, gracias a tu dilatada experiencia como músico de sesión, al innovar la producción musical grabando el sonido ambiente de la banda, colocando un micrófono adicional a una determinada distancia del amplificador y grabando después en equilibrio con los dos. Y, especialmente, impresiona tu técnica de reverberación como en el tema Ten Little Indians, durante tu época de los Yardbirds, escuchando el eco antes que el sonido original gracias a la selección de pistas que nos permite viajar de alguna forma en el tiempo.

Me satisface que tu reconocimiento ​musical haya sido tan unánime e intemporal y que a tus 77 años de tantas experiencias vividas (y “algún ” exceso) hayas podido disfrutarlo durante tanto tiempo. Son muchos los jóvenes guitarristas eléctricos que comienzan y perfeccionan su técnica con tus temas de Led Zeppelin; trayectoria que te ha valido una doble entrada en el Salón británico de la Fama: en 1992 con The Yardbirds y en 1995 con la banda de tu vida, Led Zeppelin; por no hablar de estar en el Top 100 de los Mejores Guitarristas, apareciendo como número 1, al lado de Hendrix (otro gran Jimmy) para la Revista “Guitarra Total”. ¿Y qué decir de tu nombramiento como miembro de la Orden del Imperio Británico en reconocimiento de su trabajo como embajador de caridad en Brasil, a la par que hijo predilecto de la ciudad de Río de Janeiro? Y es que pese a tu músculo financiero, ganado en buena lid con tu trabajo, no te has olvidado de los que menos tienen, aprovechando tu influyente posición para mejorar en parte sus dificultosas vidas), además de formar parte de la delegación británica en la ceremonia de clausura de los Juegos Olímpicos de Pekín en 2008 -antesala de los Juegos Olímpicos de Londres de 2012-, en la que interpretaste el tema Whole Lotta Love junto con Leona Lewis.

Estabas predestinado a triunfar, admirado Jimmy, igual que tu grupo más influyente: Led Zeppelin. ¿Y cómo no iba a ser así? Con un cantante, Robert Plant, de signo astral Leo, y un Capricornio como tú, con esa personalidad genialmente dividida y creativa. Pero esa fuerza astrológica, por mucho que te guste poner en valor, Jimmy, créeme que sólo es accesoria al talento y majestuosidad de tu capacidad creativa e interpretativa, porque, cualquier banda, trabajo de estudio, banda sonora o proyecto musical se dispara supersónicamente hacia el éxito si “se sube a tu tren”, siempre en marcha, siempre en combustión artística.

Y ahora que, tras seis meses, se levantará este domingo el toque de queda nacional impuesto por la pandemia, cierro este interesante episodio de Jimmy Page con el vídeo de Led Zeppelin de la canción Inmigrant Song; un poco de marcha para abrir la puerta del fin de semana y de los nuevos tiempos.

https://youtu.be/RlNhD0oS5pk ¡Ojalá que pronto podamos disfrutar de conciertos tan cálidos y multitudinarios como éste!