Esta tarde noche de julio voy a dedicar un par de horas, “la prórroga” y “los penalties” a la trayectoria musical de un guitarrista de mi época, de los dorados años ochenta en los que la música me atrapó para siempre. Hoy es la tarde del guitarrista James Honeyman-Scott.

Nuestro protagonista nace en Hereford (Reino Unido) el 4 de noviembre de 1956 y fallece prematuramente en Londres el 16 de junio de 1982, cuando apenas contaba con 25 años.

Su interés por nuestro querido instrumento se despertó muy pronto, sobre los cuatro años, según decía recordar, y lo fue con un tema muy peculiar, el célebre Apache del excelente guitarrista Hank Marvin, quien lideró el archiconocido grupo de The Shadows, músico a quien dedicamos aquí una biografía el 25 de octubre de 2019: Hank B-Marvin & Fender Stratocaster; no es mal tema para aficionarse a la guitarra solista ni mal intérprete en el que proyectarse. A partir de ese primer “mordisco” de las seis cuerdas, James ya no dejaría de tocar ni de coleccionar guitarras.

Pese a ello comenzó primero a estudiar piano con 7 años para pasarse a la guitarra a los 10, si bien no sabía leer música pero fue capaz de suplirlo con un aguzado oído que le permitía sacar con facilidad canciones de Eric Clapton o del citado Hank Marvin.

Su primera guitarra se hizo esperar, llega cuando tenía 10 años, y la primera canción que aprendió fue la conocida The house of rising sun, cuyos arpegios fueron también de los primeros que acompañaron mis estudios musicales. Dominado este tema folk inicial, nuestro protagonista comienza a interesarse también por el Blues, algo que igualmente creo que nos pudo pasar a todos los intérpretes de guitarra moderna, y es que resulta tremendamente generoso para un principiante trabajar con tres acordes (tónica, subdominante y dominante), puntear escalas pentatónicas, y, sobre todo, comprobar lo bien que empastan.

En 1973, con sólo 17 años, se asocia con Verden Allen (antiguo teclista de Mott the Hoople, banda británica de rock con fuertes raíces de rhythm and blues) y forman el grupo The Cheeks, con el que no paró de rodar por toda Europa en una gira intensa que duró tres años, pero curiosamente sin llegar a editar ningún trabajo de estudio. ¡Olé por ellos! Los músicos en vivo por encima de todo. Pese a ello, en sus inicios James comenzó como músico de sesión en las grabaciones de otros artistas con cartel, como el pianista y compositor británico Robert John Godrey, la banda canadiense de Rock que inició su andadura en los años cincuenta, The Hawks, o el grupo estadounidense de Country-Rock Emmylou Harris´Hot Band.

Tres años girando por Europa sin material discográfico propio no reportaba grandes réditos por lo que la estabilidad económica de Scott venía de su trabajo en Buzz Music, una tienda de instrumentos musicales en Hereford.

En este grupo, The Cheeks, James conoce al baterista Martin Chambers, y cuando éste decide incorporarse a la banda The Pretenders, invitado por el bajista Pete Farndon, el bueno de James se incorpora igualmente, ¡Qué gran decisión! Porque, The Pretenders, iba a ser la banda de su vida; seguramente el hecho de que el bajista invitante Peter Farndon fuese también de Hereford pudo propiciar su entrada.

Las influencias musicales de Honeymann-Scott son diversas y ricas: desde Bob Dylan (1941) al multi instrumentista de Rock y Blues Peter Green (1946-2020), pasando por Eric Clapton (1945), a quien dedicamos aquí un espacio: Clapton… ¿alguien no lo conoce?, o el cantante y compositor británico Nick Lowe (1949).

Igualmente sus fuentes musicales también beben de bandas tan diversas e interesantes como el power trio de rock londinense Cream, Allman Brothers Band, habiendo dedicado aquí el 12 de marzo pasado una biografía a uno de sus componentes: Duane Allman, el Rock sureño de los setenta, la banda británica de los setenta Rockpile, el gran guitarrista de Chicago Nils Lofgren, creador de la E Street Band con la que toca Bruce Springsteen, o el compositor, cantante y multi instrumentista inglés Chris Spedding; mucho, bueno y diverso, un cóctel de influencias musicales de gran calidad que nutrieron su carrera igualmente exitosa. Pese al poco tiempo que James estuvo en escena, dejó huella en las siguientes décadas, resultando su sonido tan convincente como admirado.

Como guitarrista Honeyman-Scott está considerado con justicia como uno de los guitarristas más capacitados y novedosos de la llamada nueva ola británica de finales de los setenta y principios de los ochenta. Dentro de la banda The Pretenders aportó un sonido original a través de efectos de pedal que tendrían una indudable influencia en el Pop de los ochenta, con una ejecución interpretativa que combinaba hábilmente acordes contundentes con melodías y arpegios envolventes y evocativos.

Eran los tiempos del punk, género musical caracterizado por su actitud independiente y contracultural, que nace en los años setenta y, por lo que a las guitarras se refiere, sus dibujos se caracterizan por la sencillez y crudeza del sonido amplificado y muy distorsionado que crean un ambiente sonoro ruidoso o agresivo heredado del garage rock (subgénero del rock que combina aspectos sonoros del doo-wop, el cool-jazz, el rhythm and blues y el soul con la influencia musical de la música surf, ritmos caraterísticos del blues y elementos musicales del rock instrumental). Recientemente, en la última grabación de nuestro grupo hemos hecho una versión del grupo de pop-punk estadounidense Blink-182, la divertida I won´t be home for Christmas (accesible en la sección de música de nuestra web).

The Pretenders, banda formada por la cantante estadounidense Chrissie Hynde y el bajista inglés Pete Farndon, integra a un James aún no convencido del proyecto musical, e inicialmente sólo aceptó ensayar con ellos, pero acabó por abrazar al grupo cuando el productor Nick Lowe, a quien James admiraba, se puso a los mandos de su primer single, Stop Your Sobbing.

El primer disco de la banda se tituló Pretenders (1979) y tuvo el aplauso de la crítica y el estusiasmo del gran público, era el momento de maximizar en fama y en dinero tantas tardes y noches de ensayos y conciertos de un sitio para otro.

El segundo trabajo discográfico, Pretenders II, en 1981, fue seguido de una gira mundial en la que los excesos con sustancias fueron demasiado habituales, al punto que el bajista Pete Farndon estaba atrapado en el laberinto de la heroína, en el que tanta gente entró en las últimas décadas del siglo XX para no volver.

Tras esta gira, y mientras James preparaba la producción de un álbum del cantante texano Stephen Doster, mientras estaba descansando en Austin (Texas), disco que lamentablemente no llegaría realizarse, recibe una llamada desde Londres por parte de la cantante Chrissie Hynde y del baterista Martin Chambers para que acudiese a una reunión en la que se discutiría la salida de la banda del bajista Pete Farndon cuya dependencia de las drogas estaba complicando el trabajo y desarrollo del grupo, reunión que aconteció el 14 de junio de 1982, y que culminó con la expulsión del bajista, que en menos de un año falleció por sobredosis. Sin embargo, James Honeyman-Scott le precedió y apenas dos días después de esta reunión fue encontrado muerto, presumiblemente por una sobredosis de cocaína.

Consultar tu biografía, admirado James, pone bien a las claras que somos efímeros y vulnerables, que todo puede llegar por sorpresa o por desgracia, quizás por ello seamos much@s los que pensamos que hay que aprovechar cada sorbo de vida, cada gramo de felicidad, cada dosis de buena compañía, como si no hubiera un mañana, porque nunca sabemos cuándo se termina de filmar “nuestra película”.

Quizás en tu caso, querido James, la época que te tocó vivir fuera particularmente peligrosa, con el fácil e inconsciente acceso a sustancias que poco tiempo después habían arruinado a una joven generación; seguramente hoy, pese a los quiebres de nuestra época, hay más conciencia de la peligrosidad de las drogas, aunque sigan siendo accesibles y tentadoras.

Pero tu aportación es realmente sobresaliente para alguien con una trayectoria musical tan corta, convirtiéndote en uno de los guitarristas más influyentes de tu época, con un legado musical que han recogido otros brillantes intérpretes como Johnny Marr (The Smiths) o el guitarrista inglés Robbie McIntosh, que tomó tu testigo en la banda The Pretenders, que aún sigue en activo comandada ¡cómo no! por la incombustible Chrissie Hynde, cuyo carisma le hizo participar en uno de los capítulos de la serie más exitosa de la televisión mundial: Friends, haciendo un corto papel de una cantante que actuaba en el bar de referencia de esta serie, el Central Perk. No puedo resistirme a compartir el vídeo de su interpretación de Angel of the Morning en un capítulo de la serie: https://youtu.be/K7Qfqle_2Bs ¡Qué voz más dulce! Seguro que coincides conmigo, admirado James, y ahí sigue vuestra cantante en la carretera tras más de 40 años.

Me pregunto qué sería de tu colección de guitarras: varias fabricadas por el gran lutier británico Tony Zemaitis (1935-2002), dos con frente metálico, otra nacarada, una cuarta adornada por un dragón de nácar y la quinta con signos astrológicos ¿Me la prestas? Pero no se queda la cosa ahí, en tu excelsa colección también tienes una Ampeg Dan Amstrong de plexiglás, dos Rickenbacker 360 de doce cuerdas, una Fender Stratocaster de los setenta, unas cuantas Gibson: dos de los años 60, primeros modelos de la Gibson Firebird 1 y Gibson ES335, otra de mediados de los 70, una Gibson Les Paul Standard, un par de acústicas Guild de seis y doce cuerdas, respectivamente, dos Fender Stratocaster más, y una Fender Esquire, fabricada en 1959 (eso sí, esta prestada por el gran Pete Townshend); realmente impresionante tu colección. Ojalá que hayan acabado en manos de guitarristas que pudieran estar a la altura de tu nivel técnico como intérprete (y no en la tienda de música en la que trabajabas, Buzz Music).

Son muchos los proyectos musicales y personales que quedaron interrumpidos, imagino cómo podría haber sido tu vida artística en estas últimas décadas y creo que habrías iniciado nuevos retos al margen de The Pretenders, con nuevas bandas y estilos, quizás te habrías encontrado en tu salsa formando un dúo con el músico y compositor británico Elvis Costello, quién sabe si algún flirteo con el cine, y seguramente habrías edificado una carrera en solitario exitosa, una vez más, que no habría impedido un reencuentro con todas las de la ley con The Pretenders para deleite de fans y críticos de todo el mundo. Esto te has podido perder, pero seguro que estarás bien acompañado en las estrellas por tu paisano de Hereford Pete Farndon, que ya habrá olvidado que le expulsasteis de la banda, y quizás en un tiempo lejano cuando el bueno de Stephen Doster se una a vosotros, podrá rematarse ese disco que quedó pendiente en Austin. Estoy seguro de que te hará ilusión saber que el grupo de Rock alternativo norteamericano Violent Femmes, que descubriste con ese ojo de lince musical, sigue en activo casi cuarenta años después.

Y hoy me despido, querido y admirado James, con dos vídeos de vuestra fenomenal banda, un directo de Brass in Pocket en 1980: https://youtu.be/HKlTkrgyh5w y el vídeo de Back of the Chain Bang de 1982: https://youtu.be/iNJLJnkH3g4. Qu​izás los primeros años 80 fueron buenos tiempos (o no) pero el sonido, tu sonido, era, es y será intemporalmente genial.