Ya era hora ¿verdad? Que tras más de 50 entradas sobre guitarristas de todos los pelajes, estilos y épocas, llegara el momento de poner en valor a UNA guitarrista. La espera no ha sido, desde luego, por ningún avieso motivo, -de hecho soy un enamorado del Deporte Femenino y estaré encantado de admirar desde este blog a mujeres que toquen con pasión y talento-, pero lo cierto es que nuestro instrumento, la guitarra, y especialmente la eléctrica siempre ha interesado más a intérpretes masculinos que a femeninos (a diferencia, por ejemplo, del violín o el piano). Además, el mundo del Rock, en el que la guitarra eléctrica está en la cúspide instrumental, se desarrolló en una época muy distinta a la actual, en la que las mujeres, por suerte, están en todos los campos del saber; y, claro está, con un histórico de tantos intérpretes masculinos resulta lógico que las grandes leyendas del instrumento hayan sido de este género. Seguro que, con el tiempo, la tendencia no será tan mayoritaria y tendremos muchas grandes guitarristas de las que escribir con letras de oro.
Y tras este paréntesis, vamos a lo que de verdad importa este viernes de noviembre, que no es otra cosa que hablar de la guitarrista inglesa, Jackie Chambers, integrante actual de una banda mítica del Heavy como es “Girlschool”, cuya trayectoria se remonta a finales de los setenta y que este servidor tuvo la oportunidad de escucharlas en directo hace apenas dos semanas en la Discoteca SirLaurens de Oviedo.
Jackie nace en Leeds el 27 de marzo de 1964, contando en la actualidad con 55 años, y pese a tener relación con el mundo del folk se unió a “Girlschool” en el año 2000, siendo en la actualidad la guitarrista principal, toda vez que la otra guitarrista es la cantante, Kim MacAuliffe, esta sí fundadora de la banda hace más de 40 años: oficialmente en 1978 pero con unos primeros pasos previos como grupo de versiones en torno a 1975.
La entrada de Jackie Chambers en “Girlschool” no fue por la típica y masculina disputa de egos, sino por un motivo bien dramático: sustituye a la guitarrista Kelly Johnson, a la que se le había diagnosticado un cáncer, contra el que luchó varios años hasta su fallecimiento en 2007.
Las prestaciones de Jackie con la guitarra son asombrosas. Toca con una serenidad pasmosa mientras dibuja en el mástil solos con precisión y sentido armónico. Escucharla en directo resulta un auténtico baño del heavy más genuino de los años ochenta: velocidad, precisión, distorsión, fantasía, escalas diatónicas en modos mayor y menor enlazadas por manos precisas de cirujana, aquel que te transporta a la música de “Iron Maiden” o “Scorpions”, sobre cuyos guitarristas hemos tratado aquí: Dave Murray (el 8-2-2019), Matthias Jabs (1-2-2018) y Rudolf Schenker (1-6-2019). Aunque, si tenemos que conectar la música de “Girlschool” con una banda masculina del Hard Rock, el grupo sería sin duda Motörhead, puesto que ya desde su primera canción titulada “Take it All Away”, llamaron la atención del líder de esta banda masculina, Lemmy Kilmister, -bajista, vocalista y compositor-, lo que dio lugar a una colaboración que tuvo su recorrido, compartiendo manager (Doug Smith a los mandos), realizando conciertos y giras compartidas e incluso grabando un EP titulado “St. Valentine´s Day Massacre”, por lo que puede decirse que la banda “Girlschool”, en la que aterriza una Jackie Chambers ya con 36 años, tuvo éxito desde sus inicios y generó un importante número de seguidores, algunos incondicionales de este envolvente ritual, que han permanecido leales al grupo a lo largo de más de cuatro décadas.
Las guitarras que pulsa Jackie son mayormente de forma Stratocaster, rotuladas con su apellido en el clavijero (“Chambers”), pero, eso sí, en lugar de las tres pastillas simples más comunes, combina una Humbucker y dos Single Coil, utilizando además la palanca de vibrato o trémolo, que, dicho sea de paso, cada vez resulta menos común observar a guitarristas con ella, probablemente por la multitud y calidad de los actuales pedales y multiefectos para guitarra eléctrica. No es extraño ver a nuestra protagonista con guitarras en forma de flecha, sello de identidad de muchos intérpretes del Heavy de los años ochenta. De todas ellas me quedo con la guitarra Strato de color violeta con interior o golpeador negro, razón de peso que me ha convencido para seleccionar la foto de cabecera como imagen destacada.
Desde que Jackie hizo entrada en “Girlschool” participó en los siguientes trabajos discográficos: “21st Anniversary-Not That Inocent”(2002); “Believe” (2004), “Legacy” (2008), trabajo que rinde tributo a la guitarrista Kelly Johnson -fallecida el año anterior-, “Hit and Run- Revisited” (2011), hasta llegar a”Guilty as Sin” (2015), su último trabajo, que espero que pronto sea el penúltimo, si nos sorprenden con un nuevo disco.
Con anterioridad a la llegada de Jackie, la banda publicó los siguientes álbumes: “Demolition” (1980), “Hit and Run” (1981), “Screaming Blue Murder” (1982), “Play Dirty” (1983), “Running Wild” (1985), “Nightmare At Maple Cross” (1986), “Take A Bite” (1988), “Girlschool” (1992), además de un disco en directo, “Live” (1995).
Claro está que a lo largo de tantos años, con componentes nuevos, con idas y venidas como las de la malograda guitarrista Johnson que deja el grupo durante nueve años (1983-1992), el sonido de la banda tuvo una evolución, cuyo punto de inflexión fue “Play Dirty”, con coros, teclados y melodías, giro musical que no tuvo la acogida del público y de la crítica, en detrimento del salvaje rock de sus primeros discos que a tantos cautivó. Tocaba de nuevo repensar la fórmula y el camino idóneo fue de nuevo la vuelta a los orígenes, lo que sus incombustibles fans ansiaban: cuarteto clásico de dos guitarras, bajo y batería, con la guitarrista Kim MacAuliffe a la voz. Y esa aparente simplicidad es lo que les ha llevado a surfear cuatro décadas de dos siglos, y a seguir dando directos de calidad, menos multitudinarios que antaño pero con toda la magia y admiración de sus seguidores que se encuentran en todos los rincones del planeta.
Mi descubrimiento de “Girlschool” ha sido tan reciente como intenso. Como apunté al inicio, hace dos semanas, y gracias a lanzarme “sin paracaídas” en una tarde ocupada (¿hay alguna que no lo sea?) a presenciar uno de los conciertos de su gira por España, en la ciudad en la que vivo, Oviedo. Y, desde luego, que acerté de pleno. Ningún escrito o reunión podría justificar mi ausencia. No podía perderme este concierto. Sentía que iba a pasar una velada para recordar y las expectativas se cumplieron con solvencia. Los apenas cien espectadores que tuvimos la ocasión de vibrar con su Rock duro tuvimos la oportunidad de presenciar su directo “a ras de césped”, casi tocando el mástil de sus guitarras, y comprobamos la espectacularidad de un directo contundente escoltado con el sonido Marshall tan propio de estas bandas.
“Gilrlschool”, sesenteras incipientes o cercanas, están “on fire”, y, claro está, que buena parte de mi atención se centró en el buen hacer de Jackie como guitarrista solista, que también nos regaló coros de calidad, pero, sobre todo, presencia en el escenario, -algo de lo que todas las integrantes de la banda hacen gala-.
Si tuviera que quedarme con dos canciones de su ya prolífica carrera musical elegiría, evidentemente, “Take It All Away”, su primer sencillo, que escucho mientras escribo, -en realidad escucho más que escribo-, y que es todo energía y color-, haciendo partícipes activos a la práctica totalidad de los asistentes al concierto de Oviedo, pudiendo cantar con ellas puesto que movieron el micrófono por toda la pista-; y también me decanto por “I Spy”, del disco “Legacy”, en el que el gran cantante estadounidense Ronnie James Dio (Banda “Dio”) pone la voz a este vibrante y estupendo tema, y ¡qué bien empasta su voz con esta banda experimentada! Dio con Jackie Chambers y Kim McAuliffe, a las guitarras, y la base rítmica con Denise Dufort a la batería y Enid Williams al bajo, una formación de leyenda.
Seguro, querida Jackie, que Kelly Johnson (que nos dejó en 2007), Ronnie James Dio (fallecido en 2010) y Lemmy Kilmister (también fallecido en 2015), estarán desde alguna “dimensión” del Hard encantados de veros tocar con esa determinación. Aún quedan muchos proyectos por explorar, (un nuevo disco que deje atrás el de 2015), y bandas con las que compartir escenario. Cualquiera de los grandes grupos del Heavy de los años ochenta que, como vosotras, aún siguen conectados a sus seguidores, formarían tandem con “Girlschool” en giras y conciertos, y, desde luego, que muchos saldrían ganando pero, sobre todo, los fans que os seguimos y escuchamos disfrutaríamos como nunca de ese viaje en el tiempo, de esa regresión al sonido puro y distorsionado de las bandas de los ochenta.
Donde vosotras toquéis, Jackie, allí estaré (y, si te descuidas, me llevo prestada tu guitarra).