Noche de San Silvestre, eso sí, en mi pueblo Salas, donde he tenido el privilegio de disfrutar y sufrir en una carrera nocturna por tantos rincones entrañables de mi villa. Mañana haré lo propio en Oviedo, mi ciudad. Y tras esa escapada vespertina a mi pueblo, de nuevo estoy a los mandos de mi ordenador para dedicar unas líneas a un interesante guitarrista, Max Ananyev, sugerencia de un primer espada del mejor gusto musical: mi amigo Carlos de Alicante, al que me unen muchas cosas y al que admiro por sus muchas cualidades y, precisamente, el puente de conexión de nuestra amistad es la villa de Salas, que visita regularmente, puesto que allí están buena parte de sus raíces y recuerdos, por lo que no puede ser más oportuna la visita de esta tarde noche en orden a poner letra en el papel sobre este guitarrista, que yo aún no conocía, y del que me ha puesto en la pista mi querido amigo.

Max Ananyev es un compositor clásico de nueva ola sobre el que hay poca información en Internet sobre su trayectoria profesional pero que se compensa con mucha y buena música que podemos apreciar y disfrutar. Nacido y criado en Obluchye, a 8.000 kilómetros de Moscú en la frontera con China, este compositor ruso ha establecido en la bella e internacional San Petersburgo su centro de operaciones musicales. Max comenzó a estudiar y tocar la guitarra clásica en la escuela de música cuando era niño, componiendo sus propias piezas desde esta temprana edad. En los últimos 10 años, se ha centrado cada vez más en su trabajo como compositor, con numerosos álbumes y EP, publicados en los sellos británicos Serein y Preserved Sound, así como en Fancymusic de Moscú. 

Temáticamente, cualquier cosa, desde la luz del sol que brilla en la pared de una habitación, las comunicaciones casuales con las personas y los viajes pueden influir en Max como artista. Sus estudios no relacionados en el momento de la grabación se sienten vinculados subconscientemente a este cuerpo de trabajo de alguna manera, con conferencias sobre los alquimistas del Renacimiento, la mitología, la muerte y la evolución humana que han sido un área de investigación durante el período de producción de su EP Midday (2020). 

Pero para empezar quiero dejaros el enlace de la música del film It was Summer, puesto que éste fue el primer eslabón que me mostró mi amigo Carlos con el que sin duda en pocos días armaré una cadena completa: https://youtu.be/TsWuDwcoI6Y. Lo primero que nos llama la atención a quienes tocamos la guitarra es, por una parte, la limpieza de su pulsación y la claridad articulada de ligados múltiples ascendentes y descendentes, y por otra, una armonía jazzística y moderna que se aleja del mundo clásico más ortodoxo y que nos pone en la senda de un guitarrista clásico contemporáneo. Los armónicos tan bien ensamblados y, sobre todo, el gusto elegante de su interpretación lo colocan entre los mejores guitarristas contemporáneos en tesitura de nuevas composiciones.

Más allá de esta primera pieza de descubrimiento del artista, existe acceso a un álbum muy reciente, Garden, de 2022, en cuyo enlace en youtube hay cinco piezas cuyo audio es accesible, que completan 29 minutos de música muy interesante y original: Garden, Talk to Me, Nocturnal, Engraving y Early Bird; van en orden de menor a mayor duración, están repletas de sorpresas musicales, adornadas con teclados pero donde la guitarra clásica es la gran protagonista, desprovista de artificios, efectos o sonidos exógenos. La Reina de las Seis Cuerdas llena la escena sin iluminación, sin colorido, es muy común en sus vídeos el blanco y negro, curiosamente no por ello se perciben históricos sino totalmente actuales. Me cuesta, desde luego elegir en este elenco, pero me quedo con Nocturnal, me ha llegado muy dentro tras una primera escucha. Este tipo de música instrumental, realizada con instrumentos clásicos pero con armonías y técnicas contemporáneas son, desde luego, idóneas para escoltar los pasajes del cine, todos esos momentos en los que el guion se toma un descanso o incluso en aquéllos que se mezclan hábilmente con la riqueza de sus diálogos. Precisamente en su web oficial, en la que resulta imprescindible sumegirse para conocer de primera mano la exposición de este artista: http://max-ananyev.com/, hay una interesante muestra de música de películas de nuestro protagonista de hoy de los últimos 7 años.

Ananyev es también un maestro y divulgador musical con varios libros publicados: Clouds over Sleeper, con 5 partituras de guitarra clásica, Twelve, Fall Equinox (también con 5 piezas clásicas), Dialog, y Parting & Return.

Su discografía se integra por los siguientes trabajos: Communication (2016), The Way to the Ocean (2017) -ambos álbumes electroacústicos-, Water Atlas (2018), Frontier (2019), Metaphor (2019, ambos álbumes de piezas clásicas, el EP Neva con cuatro temas de guitarra eléctrica, Midday (2020), de música ambiental, el EP Inmmensity (2021) con guiños folclóricos rusos en mixtura con el Jazz, Meeting Time (2021), el citado y aclamado Garden (2022), Firts Impression (2022), y el single One Winter Morning (2022). Como vemos, se trata de una producción bastante reciente, muy variada, manejando guitarra clásica, acústica y eléctrica, y con un crecimiento productivo, sobre todo en este año 2022 que acabamos de terminar. No obstante, hay que decir que Max ha publicado obras anteriores bajo su apodo de Tree Bosier, en varios géneros que van desde el garage del Reino Unido hasta el dream pop (es un subgénero de rock alternativo y neopsicodelia que enfatiza la atmósfera y la textura sonora tanto como la melodía pop. Las características comunes incluyen voces entrecortadas, producciones densas y efectos como reverberación, eco, trémolo y coro).

Un descubrimiento verdadero el dar contigo, admirado Max, tu misteriosa biografía se compensa con todo el esplendor de una música introspectiva y hermosa. Tu generosidad no es una pose porque buena parte de tus temas son accesibles en tu propia página web y en youtube (incluso dos de tus libros, Twelve y Parting & Return pueden descargarse libremente). Y me gusta que sea así, los que sabemos de la dificultad de componer o interpretar consideramos que, en ocasiones, es necesario dar a conocer el trabajo de forma libre para que, como es tu caso, una legión de seguidores y fans se suscriba a tu canal y adquieran otros muchos trabajos de gran calidad; tras escuchar estos maravillosos fragmentos de guitarra saben que compran algo valioso y original. Seguro que esta biografía me servirá de estímulo para saber más de ti y de tu formación y trayectoria artística, pero, sobre todo, mantendré esa curiosidad juvenil de escuchar cada nuevo tema que compongas y adornes en esas escenas de cine que sólo se completan con música de tanta intensidad emotiva. Me parece muy interesante tu proceso para crear música, programando un tiempo específico para componer, sin esperar a que llegue la inspiración, lo que habitualmente ocurre en tus regulares y trabajadas sesiones de estudio. El tiempo es todo lo que se necesita para que el trabajo se desarrolle con el timbre como objetivo para que se puedan aparecer sonidos específicos, prefiriendo que tus grabaciones fluyan en un álbum o registro, en lugar de seleccionar los mejores sonidos de una gran cantidad de material. Eres, querido Max, un genial coleccionista de estados de ánimo musicales, muy especialmente en Midday, creando el ambiente cálido y tranquilo para transmitir con esa brillante mixtura de sonidos ligeros toda la intensidad emotiva y espiritual de una música personal y profunda pero a la vez accesible a cuantos nos acercamos a tu arte por primera vez, utilizando guitarra, piano, campanas, y varios dispositivos electrónicos a modo de “creación de retratos” que, unidos, recuerdan a una compilación de artistas.

Y ¡qué decir del álbum Communication!, en cada rotación de tus muchas interpretaciones descubriste nuevas capas de sonido -algunas que llegaste a ignorar a propósito-, con un tratamiento electrónico mínimo a la par que sónico sobre la guitarra acústica y eléctrica, que antes simplemente permanecían en el fondo, ahora flotarían hacia el frente, desafinándose, reverberando y sumergiéndose en nuevas atmósferas. Un auténtico alquimista del sonido, y es que estas piezas por sí solas, grabadas directamente desde la guitarra, el piano eléctrico y la mandolina, son impresionantes de por sí, pero has tenido la habilidad maestra de desprenderte de estas capas a medida que se desarrolla la música para obtener un conjunto original e innovador; y ¡qué música! querido amigo, invitando al oyente a escuchar aún más, a través de patrones lúdicos e inventivos, progresiones apenas familiares, texturas melancólicas y, lo que es más importante, el alma genuina del álbum. Éste último está coloreado con un guiño a los entornos, el paisaje y la naturaleza, con títulos como “Río”, “Abedules”, “Lago” y “Roble”. Tu explicación resulta iluminadora: “La palabra “comunicación” es mi percepción del mundo y los objetos en él. El magnetismo del agua, la energía de diferentes árboles, el efecto de la luna en la psique humana, todas las cosas que no entendemos, pero que sentimos fácilmente. Cada pieza está dedicada a un objeto o fenómeno en particular, por eso tienen títulos tan simples”. Sin duda, admirado Max, te has reencontrado con tu voz interior: la inspiración perfectamente ensamblada en clave de reflexión sobre tu relación con la naturaleza, como proyectas en el disco Water Atlas con ese tratamiento musical del agua y sus propiedades físicas asociadas y sus conexiones con las cualidades mitológicas que les atribuimos como seres humanos con pensamientos, intuiciones y emociones. No dejes nunca de explorar tu talento particular para sacar a relucir las notas celestiales de la guitarra, produciendo de inmediato una sensación de calma y bienestar en el oyente, como la portada de Metaphor, que evoca un cielo despejado, un clima templado, un tiempo en calma. Transpórtame con tus pianos serpenteantes y paisajes sonoros expansivos a la infinitud, al menos durante unos minutos, a ese lugar en el que los problemas cotidianos no viajan con nosotros.