En pleno mes de septiembre y en las vísperas del Día de Asturias vamos a escribir sobre una creativa mujer escocesa que destaca en múltiples roles musicales tales como cantautora, guitarrista, pianista, compositora, e incluso directora de cine.

KT es natural de Edimburgo (Escocia), lugar de leyendas y de misterio, con un crisol de estaciones que pueden vivirse en un sólo día (desde la nieve del invierno al sol de verano). Su origen familiar es una curiosa mixtura de culturas y procedencias. Su madre es de ascendencia china y su padre irlandés. Nuestra protagonista no tiene sus rasgos físicos ya que fue adoptada, pero sí es el resultado de la educación y cultura transmitida por su familia en ese bello entorno escocés. Las profesiones de sus padres no tenían vínculo con la música sino con la enseñanza (superior universitaria en el caso del padre y de escuela primaria en el caso de la madre).

Su infancia se desarrolló en St. Andrews, ciudad al noreste de Edimburgo, en la costa este de Escocia, conocida por sus numerosos campos de golf, y, también, como recordaréis, por la mítica escena de atletismo del film “Carros de Fuego”, rodada en una de sus playas; ciudades ambas que he tenido la oportunidad de conocer y disfrutar con mis padres en 2018.

La interesante vida familiar de Tunstall sí tenía un recóndito eslabón musical relacionado con su familia biológica. A los veinte años conoce a su madre natural quien le puso en la pista de su padre, que resultó ser un cantante de folk. Sus primeras actuaciones musicales tuvieron lugar la calle Church en Burlington (Vermont).

Sus inicios artísticos estuvieron ligados a bandas musicales independientes  como Elia Drew y Tomoko, compartiendo su pasión y talento por escribir canciones con actuaciones en vivo; en ocasiones girando con otros grupos como la banda británica de fusión klezmer Oi Va Voi.

El potencial de la calidad de su voz y de la esencia de sus canciones fue pronto reconocido por discográficas como la británica Relentless Records con quien firmó su vinculación artística, donde le dieron tiempo para su crecimiento compositivo y musical; lo que no es habitual en una industria musical competitiva en la que la inmediatez y satisfacción del mercado con un producto vendible, muchas veces sin base de trascendencia, se impone a otras consideraciones artísticas. Pero lo bueno se hace esperar, y la música de KT, trabajada y reposada, fue y es una apuesta segura.

Su disco debut lleva por título Eye to the Telescope y fue lanzado en 2004, propiciando una notable puesta en escena  con su presentación en solitario  de una canción de blues-folk, titulada Black Horse and the Cherry Tree, en un conocido programa “Later…with Jools Holland”, con la curiosidad de que tuvo que montar su actuación en apenas un día puesto que fue llamada en sustitución de otro artista que no pudo acudir al programa; interesante personaje el conductor de este show, Jools Holland, que presenta una mezcla de música en vivo, con exponentes nuevos y establecidos, entrevistando y tocando con los propios músicos. Pues esta es la canción que vamos a escuchar ahora, además de ver toda la expresividad de su creadora, gracias al vídeo cuyo enlace comparto seguidamente: https://youtu.be/PQmDUEv939A

Voz poderosa a la vez que dulce, expresividad superlativa, ritmo y originalidad. Sin duda, la canción fue una tarjeta de presentación sobresaliente ya que difícilmente existía mejor escaparate para un músico a principios de este siglo que un programa televisivo de éxito, presentándose sola con una guitarra, una pandereta, y un pedal de loop, siendo la más votada en la encuesta post-show de ese episodio del programa. Esta popularidad televisiva impulsó a su primer álbum a la parte alta de las listas musicales británicas (pasando del puesto 73 al 3 tras su paso por el programa). Su ópera prima fue nominada al Premio Mercury Music 2005, premio musical anual otorgado al mejor álbum lanzado en el Reino Unido por un artista británico o irlandés, consiguiendo su lanzamiento en los Estados Unidos un año después (2006).

Tunstall publicó seguidamente un álbum acústico, en 2006, KT Tunstall´s Acoustic Extravaganza,  que incluía canciones inéditas escritas anteriormente por ella, así como versiones acústicas de algunas de su primer disco. Hay que decir que por el trasfondo intimista de este proyecto su difusión fue inicialmente a través de su web si bien poco después fue lanzado de forma física.

Curiosamente, el salto norteamericano de Tunstall llega  cuando la concursante del programa American Idol, Katherine McPhee, la contactó  para preguntarle si podía usar la canción de su primer álbum, Black Horse and the Cherry Tree, que antes escuchamos, como elección para una semana dedicada a canciones de Billboard. En aquel momento la canción era la número  79 del ranking de Billboard (revista semanal estadounidense y una lista especializada en información sobre la industria musical). La sagaz Tunstall decidió darle permiso ya que sentía que se trataba de una elección íntima de la concursante porque poca gente la conocía y no parecía que hubiese sido sugerida por la cúpula organizativa del programa (no obstante, fue el columnista de esta revista, Fred Bronson, quien propuso esta canción de KT a la concursante) . El resultado fue un éxito, y la interpretación de Katherine McPhee elevó el tema de KT al puesto 23 de la lista.

El segundo álbum nuevo de Tunstall, Drastic Fantastic, fue lanzado en Escocia, Inglaterra y Estados Unidos en 2007, alcanzando el número 1 en su tierra escocesa y los primeros puestos del ranking en Reino Unido y Estados Unidos. Su sencillo, Hold on tuvo éxito en buena parte de Europa (especialmente en Italia, Noruega, Suiza e Irlanda).

Su tercer álbum, titulado Tiger Suit (2011) está inspirado en un sueño recurrente que ella tenía, antes de descubrir que el año 2010 era el Año Chino del Tigre. En el sueño, ella está con su hermano menor, viendo un tigre en el jardín de su casa y sale hacia afuera para acariciarlo. Curiosamente no parece interesado en atacarla y ella lo achaca a que va disfrazada de tigre, que responde de forma más apasionada que violenta.

Entre 2012 y 2013 sale a la luz su cuarto álbum titulado: Invisible Empire//Crescent Moon, el cual se consideró el mejor por muchas críticas y el más melancólico hasta la fecha. Sus fuentes de inspiración beben de dramas personales como el fallecimiento de su padre o su separación afectiva pero todo ello inunda este trabajo de una gran autenticidad.

Tras este álbum su vida da un giro de 180 grados, y, apenas un año después, se muda a Los Ángeles para dedicarse a la composición de bandas sonoras, formándose en el  Skywalker Ranch, componiendo y cantando  las siguientes bandas sonoras: Miracle (2014) para la película Winter´s Tale (en la que trabajaron Colin Farrell, Russell Crowe y Will Smith); We Could Be Kings escrita con A. R. Rahman para la película de Disney Million Dollar Arm (también en 2014); Float, Strange Sight, y un dueto con el músico estadounidense  Bleu en 1000 Years para la versión británica de la película de Disney Tinker Bell y la bestia de Nunca Jamás (2015); o Fit It  (2015) para la película About Ray, con Naomi Watts, Elle Fanning y Susan Sarandon.

Desde 2015 está inmersa en una trilogía de nuevos álbumes, dedicados conceptualmente al alma, cuerpo y mente, dos de ellos ya presentados: Kin y Wax, quedando pendiente el relativo a la mente.

Además de la citada nominación del Premio Mercury Music, Tunstall recibió tres nominaciones a los Brit Awards en 2006, como mejor actuación británica en directo, mejor artista revelación, y mejor solista británica, ganando este último, interpretando en la ceremonia su canción Suddenly I see. Ese mismo año KT fue premiada con el European Border Breakers Award, que reconoce a los artistas europeos con más ventas fuera de su país de origen. Entre sus múltiples reconocimientos se destaca la nominación a los Grammy en 2007 como Mejor actuación pop femenina.

Un viaje apasionante, admirada Katie, o mejor escribiré KT (por cierto que se pronuncian igual), que sé que lo prefieres a tu nombre original en sede artística, el de revisar y disfrutar de tu carrera profesional, construida desde el trabajo, la coherencia y las buenas decisiones. Hoy eres una consolidada compositora de música de cine pero, en 2007, cuando todavía no habías emprendido ese camino, tuvo que ser un puntazo sonar en la aclamada película “El Diablo se viste de Prada” con tu canción Suddenly I See.  Gracias a tu trayectoria musical también podemos descubrir buena parte de los valores que guían tu existencia. Y así, en 2008, grabaste una canción para él álbum Songs for Survival, en apoyo de la organización internacional de los derechos de los indígenas Survival International, destacando, según tus propias palabras, que la música es una fuerza para el bien, poniendo en valor cuanto aprendiste sobre la gente de las tribus en ese proyecto, estimulando la reflexión pública sobre aspectos que inundan nuestra cultura como el consumismo y la avaricia, nuestra relación con la tierra y la importancia de los derechos de los indígenas en el mundo de hoy. Sólo puedo aplaudir estas reflexiones, inspiradoras y necesarias. Tu relación con la interpretación va más allá de la composición como acredita tu exitosa intervención como panelista del programa musical de comedia de BBC TwoNever Mind the Buzzcocks.

Mujer creativa y versátil, con gran aplomo en el escenario, en sede íntima o en actuaciones tan universales como las que hiciste en Times Square de Nueva York nada menos que en Nochevieja, un torrente de originalidad, sentimiento y dignidad; pero, eso sí, no trates tan mal a tu “compañero” de actuaciones en vivo, ese pedal AKAI E2 Headrush, al que llamas con cierta malicia -seguro que afectuosa- Wee Bastard Pedal.